«En el ayuno el enfoque mental cambia mucho las reacciones físicas»

Edgar Barrionuevo comparte en su nuevo libro 'Ayunízate' una guía con la que podrás conseguir los beneficios de esta práctica

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Sandra Palacios

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¿Cuántas veces has escuchado que el desayuno es la comida más importante del día y que sin ella no tendrás la fuerza necesaria para afrontar la jornada? Y es que se ha extendido la creencia de que hay que comer cinco veces al día para tener la mayor energía posible. Sin embargo, hay expertos en nutrición que defienden el ayuno como fuente de salud y energía. Este es el caso de Edgar Barrionuevo, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y posgraduado en Nutrición y Salud por la Universitat de Barcelona, que comparte en su nuevo libro ' Ayunízate ' (Grijalbo) una guía con la que podrás conseguir los beneficios de esta práctica.

Edgar Barrionuevo, autor de 'Ayunízate' Xavier Torres

¿Qué es el ayuno?

Hay dos formas distintas de enfocarlo. Por un lado está el ayuno intermitente, que es el que se realiza dentro de un mismo día, a partir de 12 horas sin comer. Por otra parte están los prolongados, que son aquellos que superan las 24 horas. En ambos se busca que haya una restricción calórica y un contexto hormonal, emocional y nervioso equilibrado.

Esta es una herramienta flexible que se tiene que adaptar a nosotros. El ayuno no es una dieta, es simplemente una reestructuración de las horas en las que tú haces tus comidas.

Beneficios.

Hay un aumento de la flexibilidad metabólica, es decir, de la utilización de reservas de grasa. Además se produce una eliminación de radicales y sustancias inflamatorias, un descanso del sistema digestivo y de todo lo que está asociado al sistema inmunológico, nervioso y hormonal. También conseguimos poner en marcha un mecanismo conocido como autofagia, que es la regeneración de las células y la limpieza interna. En definitiva, ayuda a desengranar todos estos obstáculos fisiológicos con los que nos vamos encontrando.

Reacciones físicas en nuestro cuerpo.

Pueden ser variables. Es muy diferente en una persona que hace ayuno de forma voluntaria, que en una que lo hace obligada. El enfoque mental cambia mucho las reacciones físicas.

El cuerpo en las primeras horas puede sentir algunos dolores de cabeza, falta de energía, un poco de debilidad... Pero es porque el cuerpo está adaptándose a la situación. Por eso es importante que cuando la gente empieza tenga un buen asesoramiento y acompañamiento y sepa cómo reaccionar o actuar ante posibles situaciones. Pero depende de la persona, porque hay algunas que empiezan a hacerlo y rápidamente tienen esa sensación de energía, ligereza, más autonomía, mayor concentración...

¿Cuánto tarda el cuerpo en acostumbrarse?

En general, en ayunos intermitentes de 12 horas, el cuerpo se adapta rápidamente en pocos días. Lo ideal sería experimentar primero cómo reacciona tu cuerpo ante los ayunos intermitentes y una vez manejes estos bien, plantearte entonces hacer uno más prolongado.

«Actualmente mueren más personas por excesos que por carencias», Edgar Barrionuevo

¿Es relevante para nuestra salud el número de veces que comemos al día?

Con esto hay mucha controversia, pero no puede haber una referencia para toda la población, porque cada persona tiene sus necesidades. Lo que está claro es que el cuerpo humano está diseñado genética y biológicamente para poder ayunar, porque la especie humana se ha adaptado a esa situación. Nunca el ser humano ha comido de forma tan frecuente, tantas veces al día. Estamos inmersos en una epidemia de obesidad, sobrepeso, diabetes, enfermedades degenerativas... Actualmente mueren más personas por excesos que por carencias.

¿Todo el mundo puede hacer ayuno?

Hay algunas personas para las que no es recomendable: embarazadas, mujeres en proceso de lactancia, niños, aquellos que estén pasando por una etapa muy aguda de alguna enfermedad o estén recibiendo una medicación química muy fuerte, personas que hayan pasado por algún trastorno de la conducta alimentaria...

¿Qué comida es mejor saltarse?

El mejor protocolo es el que genere una mayor adherencia a cada uno. Por ejemplo, hay gente a la que le resulta muy cómodo y sencillo el no desayunar y después hay otras personas a las que quitarles el desayuno es como quitarles la vida, mientras que por la noche se toman un caldo o una infusión y aguantan bien.

¿Cuáles son los mitos más extendidos en torno al ayuno?

Que ayunar va a reducir tu masa muscular está muy extendido, pero hay muchos estudios que demuestran que incluso ayuda a preservarla.

Otro sería que si ayunas, después te darás atracones. Sin embargo, cuando el cuerpo encuentra el equilibrio, muchos de los impulsos y las adicciones alimentarias se van reduciendo, pues esto es un reflejo de que por dentro hay algo que no está funcionando bien.

También se dice que si ayunas vas a tener hipoglucemia, cuando también sabemos que el cuerpo al entrenar el ayuno lo que hace es conseguir un equilibrio de glucemia, no tener picos de insulina y ayudar a tu cuerpo a quemar grasa. Y eso ayuda mucho al metabolismo del azúcar y a estar más estable.

¿Por dónde podemos empezar si queremos ayunar?

Primero hay que informarse y leer. Nosotros hacemos muchos talleres de forma gratuita para que la gente lo aprenda. Por ejemplo, ahora a finales de enero hacemos un reto de seis días de ayuno gratis donde la gente se puede apuntar y estar con nosotros para entender bien lo que es el ayuno y practicarlo.

Como he mencionado antes, habría que ir experimentando de forma progresiva para ver cómo te sienta y ya ir subiendo. Pero siempre con el enfoque de no sentirse obligado.

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