Ignacio Camacho
Cuarentena de ministros
Cuarenta y un nombramientos y diecinueve ceses lleva Sánchez en un quinquenio. Demasiada gente para tan escaso éxito
Ignacio Camacho
Cuarenta y un nombramientos y diecinueve ceses lleva Sánchez en un quinquenio. Demasiada gente para tan escaso éxito
Ignacio Camacho
Si no retoma la iniciativa con un papel protagonista, Feijóo tendrá que resignarse a compartir la mayoría
Ignacio Camacho
La oportunidad de una nueva Transición se ha perdido. El sanchismo ha instalado al país en un frentismo destructivo
Ignacio Camacho
El eslogan hace daño por su anclaje en una realidad objetiva: el pacto de Sánchez con los herederos de los terroristas
Ignacio Camacho
Feijóo ha sorteado de perfil la moción pero sus votantes esperan una oposición más decidida, con mayor pujanza anímica
Ignacio Camacho
La presentación de Yolanda Díaz se ha cocinado en los fogones monclovitas. El sanchismo necesita ayuda y tiene prisa
Ignacio Camacho
Mientras Abascal y Sánchez solventaban la verdadera moción de censura, quizá Tamames comprendiese que no era cosa suya
Ignacio Camacho
Todo tan previsible como prescindible. Ni siquiera fue un circo sino un montón de sermones a cuál más aburrido
Ignacio Camacho
En su embriaguez de autoestima, quizá Tamames no haya calibrado que enfrente va a tener al príncipe de los narcisistas
Ignacio Camacho
La abstención anunciada por el PP no es sincera. Obedece a la cautela pero abre una duda razonable sobre su coherencia
Ignacio Camacho
La reforma de las pensiones desafía los cálculos demográficos para cargar el gasto sobre la menguante masa de salarios
Ignacio Camacho
En todos los partidos hay 'un García Egea', un capataz encargado de mantener la disciplina interna con mano férrea
Ignacio Camacho
Mal concebida y peor gestionada con falta de profesionalidad asombrosa, la moción se ha convertido en una mala broma
Ignacio Camacho
Fútbol y política comparten una misma concepción sectaria. Para el hincha y el militante, la cohesión tribal es sagrada
Ignacio Camacho
Ningún sistema de relaciones humanas, y menos la democracia, puede funcionar si falla la garantía de la palabra
Ignacio Camacho
Nadie ha pedido aún disculpas por el ejercicio de ventajismo político que instauró un estado de excepción subrepticio