Así vivieron el ataque a Pearl Harbor tres soldados supervivientes

Tres ancianos se reúnen en una conocida sala de conferencias de Los Ángeles (Estados Unidos). Todos visten camisas hawaianas y ninguno de ellos cuenta menos de 90 años. En principio parece que no tienen nada en común, pero la gorra que portan sobre la cabeza les delata. En ella está escrita la siguiente frase: «Superviviente de Pearl Harbor».

Y es que, estos hombres pertenecen a la «Pearl Harbor Survivors Assn», uno de los grupos que reúne a aquellos que lograron salvaron la vida aquel 7 de diciembre de 1941. No obstante, cada año el número de integrantes se reduce, pues el tiempo está consguiendo poco a poco aquello que no lograron los japoneses..

Periódicamente, esta asociación se reúne. Antes organizaban un evento, pero la escasez de miembros ha hecho que esos grandes actos se hayan convertido en una comida entre ellos y todos aquellos que quieran compartir su tiempo. Al menos, así lo afirma la versión digital de «Los Ángeles Times».

Este 2014, los supervivientes que no han dejado pasar esta fecha son tres: Howard Bender, Neal Jones y John Hughes. Con todo, a la cita no faltan multitud de niños y adultos (la mayoría hijos y nietos de antiguos soldados americanos presentes en el atauqe). Todos ellos esperan ansiosos los relatos de los veteranos. Tener la suerte de conocer, de primera mano, lo que allí sucedió.

USS ArizonaBender no se hace esperar. A sus 92 años, coge el micrófono y narra la experiencia que vivió aquel fatídico día. Según afirma, cuando se percató de la emboscada –y en lugar de huir- decidió ir a su puesto de combate y luchar, simple y llanamente, lo mejor que sabía.

«Tuve que esperar a la noche después del ataque para percatarme de lo que había sucedido. Hasta ese momento no había entendido lo que había pasado y fue entonces cuando entré en shock y me vine abajo», destaca.

Algo parecido le sucedió a Jones, de 91 años. El siguiente en hablar, consigue sacar una risa a los presentes cuando afirma que –antes de que comenzara el bombardero- él y un amigo habían planeado ir a la base de submarinos para tomarse una cerveza bien fría, por entonces de 10 centavos. Luego comenzó todo, de repente y de forma rapidísima.

Finalmente, a Hughs (95 años) el ataque le atrapó después de comprar el periódico. En segundos, vio a través de los árboles como un avión que volaba a baja altura se aproximada portando una bomba. La suerte quiso que no le sucediese nada.