Mediterráneo, la zona cero del cambio climático en Europa

El IPCC de la ONU se muestra más contundente que nunca en su último informe sobre cambio climático: «Este es el coste de la inacción»

José A. González

«Se requieren medidas urgentes». Esta es la conclusión del informe del Panel de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC por sus siglas en inglés). «El aumento de las olas de calor, las sequías y las inundaciones ya están superando los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, provocando mortalidades masivas en especies como árboles y corales», señalan. Cambios que ya se aprecian «como la desaparición de especies», asegura Thelma Krug, vicepresidenta del IPCC, y otros que están por llegar si no se pone freno al cambio climático.

Por primera vez, el IPCC «destina capítulos específicos para las regiones», comenta Krug, y el Mediterráneo «es un punto caliente de avance del cambio climático», alerta Jofre Carnicer, miembro del departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona y autor del capítulo 13 del informe.

«El Mediterráneo es un punto caliente de avance del cambio climático»

Jofre Carnicer

Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona

 

Cada vez más, el planeta se acerca al límite de los 1,5ºC de aumento de la temperatura global marcados por las potencias mundiales para limitar los efectos sobre la Tierra. «La media del calentamiento es de 1,1ºC», avanza Carnicer. «Pero es que en el Mediterráneo ya ha subido 1,5ªC», añade. «Si no abordamos medidas de mitigación alcanzaremos límites que no podremos revertir».

Esta línea roja es un auténtico punto de inflexión o «quizá de no retorno», avisan los autores del informe. Olas de calor más frecuentes, sequías, inundaciones o subida del nivel del mar son algunos de los riesgos a los que se enfrenta Europa y «la Península Ibérica», añade Marta Rivera-Ferre, investigadora de la Universidad Central de Cataluña y especializada en el Mediterráneo, especialmente en seguridad alimentaria, género y desarrollo sostenible.

Cruzar los 1,5ºC de aumento de temperatura , apuntan los expertos de la ONU, supone «perder el 10% de los ecosistemas terrestres». «Ya estamos viendo que más de la mitad de las especies están moviéndose hacia los polos o a las zonas altas de las montañas para buscar zonas más frías», advierte Carnicer.

Nada que hacer con la sequía

En este grupo de trabajo «muy complejo», asegura la vicepresidenta del IPCC, los expertos del IPCC apuestan por la adaptación para «reducir el daño». Sin embargo, éste ya está hecho. «La sequía en el Mediterráneo se va a dar, aunque se produzca una alta mitigación», apunta Jofre Carnicer. «La sequía va a estar ahí», vuelve a repetir.

Un perjuicio que ya se está comprobando este 2022 en España con una importante reducción de las precipitaciones que deja a los embalses al 44,3% de su capacidad, veinte puntos porcentuales menos que en la misma semana de 2021. «Por cada grado de aumento en la temperatura global, las precipitaciones se reducen un 4%», advierte Carnicer.

A nivel mundial, se proyecta que entre 800 millones y 3.000 millones de personas experimenten escasez crónica de agua debido a sequías con un calentamiento de 2°C, y hasta aproximadamente 4.000 millones con un calentamiento de 4°C. «Esto es muy grave», revela el investigador catalán.

«La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta»

Hans-Otto Pörtner

Copresidente del Grupo de trabajo II del IPCC, en el documento

Sin embargo, la sequía y las olas de calor extremas y cada vez más frecuentes no son los riesgos más importantes recogidos por el IPCC para el Mediterráneo. «Todos estos cambios provocarán, si no se toman medidas, una subida de entre 20 cm y un metro del nivel del mar», advierten. «Esto es un riesgo importante para el Delta del Ebro y zonas cercanas», añade Jofre.

«La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta», advierte Hans-Otto Pörtner, copresidente del Grupo de trabajo II del IPCC, en el documento.

La adaptación es esencial para reducir el daño, pero para que sea efectiva, «debe ir de la mano con reducciones ambiciosas en las emisiones de gases de efecto invernadero», señalan.

Tras su retraso en la publicación debido a la Covid-19, el Panel de Expertos de Naciones Unidas se ha mostrado más contundente y duro que nunca en su documento final. «Este informe es una grave advertencia sobre las consecuencias de la inacción», denuncia Hoesung Lee, presidente del IPCC. «El coste de la inacción es mayor que la acción», apostilla Rivera-Ferre.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación