Un huerto en la azotea y otras ideas de la Nueva Bauhaus Europea

La UE premia iniciativas que hagan «tangibles» el cambio hacia la sostenibilidad de las ciudades en un nuevo movimiento social

Terrats d'en Xifré, proyecto premiado que convierte la azotea de 11 edificios de una manzana de Barcelona en un jardín sostenible. Estudio Mata Alta

A. Herranz

Enmarcado dentro del Pacto Verde Europeo, la Unión Europea quiere demostrar que se puede ser innovador y, además, sostenible desde el punto de vista cultural, creativo y social. Por eso, desde el año pasado está en marcha lo que se conoce como Nueva Bauhaus Europea, que también tiene unos premios anuales de los que se acaba de anunciar la segunda convocatoria y en cuya primera edición seis proyectos españoles resultaron ganadores.

Nuestro país consiguió cuatro premios en la primera categoría y otros dos en la de Estrellas Emergentes. Todos ellos dan una buena idea de lo que se busca premiar con esta nueva iniciativa.

Así, uno de los premios se lo llevó la Azotea de Xifré, un proyecto del estudio catalán MataAlta. Se trata de un conjunto de 11 edificios de la misma propiedad en Barcelona, cuya azotea fue renaturalizada, es decir, reconvertida en un espacio verde de aprovechamiento comunal.

Al tratarse de edificios protegidos, fue necesario respetar parte de su arquitectura y composición. Así, el pavimento original de la azotea se pulió y, sobre él, se colocaron diferentes materiales, incluyendo sustrato orgánico. La irregularidad del relieve, típica de estas estructuras antiguas, fue aprovechada para incluir sistemas de riego a diferente profundidad, lo que permitió tener una plantación muy variada en la azotea, que finalmente combina huertos y jardines.

Además, cuenta con espacios de esparcimiento: zonas de recreo, tendederos y distintas terrazas accesibles para toda la comunidad de vecinos. Entre sus instalaciones destacan los sistemas de recogida de aguas pluviales, la generación de electricidad con placas fotovoltaicas y una zona de compostaje a partir de residuos orgánicos; todo para el auto abastecimiento de la propia cubierta verde.

También fue reconoció el trabajo de Jardines del Aire , que hace jardines verticales, o el proyecto La Fábrika de Toda la Vida , un espacio comunitario en el medio rural ubicada en la antigua fábrica de cementos Asland, en Los Santos de Maimona (sur de Extremadura). Se ha aprovechado esta fábrica para reacondicionarla y hacer allí diferentes iniciativas sociales y culturales: cine de verano, talleres artísticos y profesionales, punto de encuentro de ciclos entorno a diferentes temas, etc.

Qué es la Nueva Bauhaus Europea

Estos premios , tal y como explica la propia Unión, pretende impulsar todas aquellas ideas que eleven a una dimensión cultural y creativa el Pacto Verde Europeo. Es decir, demostrar cómo la innovación sostenible aporta experiencias tangibles y positivas a nuestra vida cotidiana, mejorándola y transformando los espacios en lugares más hermosos, sostenibles e inclusivos. En palabras de la propia presidenta de la Unión Europea, Ursula Von der Leyen, «la Nueva Bauhaus Europea combina la amplia visión del Pacto Verde Europeo con cambios tangibles sobre el terreno».

Para reconocer estos logros, el año pasado se premiaron una veintena de proyectos de todo el continente. Para su segunda edición, en este 2022, se busca premiar nuevos ejemplos que sirvan de inspiración, reflejando los valores de este movimiento social: sostenibilidad, inclusión y estética. Los aspirantes compiten en cuatro categorías diferentes: reconectando con la naturaleza; recuperar el sentido de pertenencia; priorizar los lugares y las personas que más lo necesitan; dar forma a un ecosistema industrial circular y apoyar el pensamiento del ciclo de vida.

En cada una de las categorías hay dos líneas de competencia paralelas. Por un lado, se premian proyectos ya finalizados (en este caso los ganadores reciben 30.000 euros y los finalistas 20.000). Mientras, la categoría 'Nueva Bauhaus Rising Stars' es para ideas de jóvenes talentos de 30 años o menos. En este caso el montante de los premios se reduce a la mitad.

Estos premios proponen cambios que mejoren la vida cotidiana de los europeos y que las personas puedan ver y tocar en edificios y espacios públicos. De hecho, el nombre viene precisamente de 'Bauhaus', un movimiento artístico nacido en 1919 que buscaba la funcionalidad en la vida cotidiana a través del diseño y la creatividad.

No solo para las élites artísticas

Al contrario de aquella 'escuela' que impulsaba la transformación hacia la modernidad, a través del trabajo de artesanos, arquitectos y artistas, ahora el reto de la Unión Europea es que todos los ciudadanos puedan participar. Además, y como gran diferencia del movimiento de principios del siglo pasado, frente al cemento y el acero, ahora se apuesta por explorar materiales basados en la naturaleza, que se produzcan de manera sostenible, así como desarrollar soluciones de producción bajas en carbono para todos los materiales. Esto vale tanto para la construcción como para la moda, el diseño, el mobiliario, el transporte o la energía.

Uno de los retos es que los proyectos que se inspiren en este movimiento puedan ser escalables, por muy pequeños que sean en su concepción original. Además, el traslado y adaptación de estos proyectos a otros entornos no es solo una cuestión de tamaño, sino que la Unión Europea quiere que tengan influencia más allá de nuestras fronteras, con el objetivo de difundir sus principios de sostenibilidad, inclusión y estética a nivel mundial.

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