La compañía presentó Dishonored 2 y una remasterización de Skyrim
La compañía presentó Dishonored 2 y una remasterización de Skyrim - BETHESDA
ANÁLISIS

Bethesda: haciéndose un hueco entre los grandes

Por segundo año consecutivo la compañía organiza su propia conferencia en el E3 pero esta vez con resultados dispares

MADRID Actualizado: Guardar
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Cuando el año pasado Bethesda anunció que iba a organizar su propia conferencia en la locura que es el E3, donde los grandes jugadores de la industria del entretenimiento interactivo vuelcan millones para atraer la atención de una audiencia global, llamó mucho la atención de los medios, pero rápidamente se interpretó como un movimiento maestro para presentar su producto estrella: Fallout 4.

Presentado de manera oficial apenas días antes del evento, pudo enseñar el juego a fondo, reclamando la atención de todos e iniciando un sprint de promoción de apenas cinco meses que resultó providencial, con unas ventas multimillonarias ya en la primera semana. Aprovecharon la ocasión para mostrar también Doom con todo lujo de detalles y luego hicieron algo más modesto con Dishonored 2 o el desaparecido BattleCry.

Sin embargo, este año, sin un gran título en el horizonte, parecía más difícil justificar de nuevo la inversión. En los últimos días se habló mucho de la presentación del nuevo Wolfenstein o del nuevo juego de Tango Gameworks, el estudio de Shinji Mikami responsable del interesante aunque mediocre The Evil Within, pero a la postre Bethesda no ha considerado apropiado mostrar los proyectos, probablemente porque todavía falte bastante tiempo hasta que vean la luz.

El protagonismo indiscutido ha sido para Dishonored 2, una secuela que luce ciertamente genial y parece que va a convertirse en uno de los juegos del año, pero cuya proyección comercial no se puede ni comparar con titanes como Fallout 4 o Skyrim. El resto de títulos presentados han sido de un calibre menor (Quake Champions tiene visos de ser Free to Play, una expansión para The Elder Scrolls Online, un juego de cartas y la remasterización de Skyrim) a excepción de Prey, pero del que apenas han mostrado nada.

A tenor de lo visto, resulta legítima la pregunta de por qué Bethesda se ha empeñado en mantener una conferencia este año, sobre todo teniendo el foco mediático de QuakeCon en agosto. No les habría costado mucho colar Dishonored 2 en una de las conferencias de los fabricantes, y sin embargo han decidido ofrecerle el papel protagonista de la suya propia. Tras un somero análisis, la razón que cobra más fuerza es que Zenimax Media, la empresa matriz, está decidida a meterse de lleno en la industria. Quiere codearse con los grandes.

Entre 2009 y 2010 compraron mucho, compraron bien y ahora estamos viendo los resultados. A pesar del fracaso de BattleCry Studios (que no compraron, sino que fundaron en 2012), sus resultados están siendo buenos y la marca que manejan, Bethesda, tiene ya un peso considerable. Han venido para quedarse, quieren crear una tradición y no aparecer y desaparecer en función del calendario de Todd Howard (director de Fallout 4 y Skyrim). Este año ha sido discreto, pero el siguiente (con Wolfenstein The New Colossus, Evil Within 2 y Prey) se anticipa épico. Y todo ello sin jugar el comodín de Elder Scrolls VI.

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