Detalle de los nuevos Galaxy S8 de Samsung
Detalle de los nuevos Galaxy S8 de Samsung - REUTERS

Así pretende Samsung que el Galaxy S8 no sufra otro caso Note 7

La firma surcoreana se muestra conservadora y evita riesgos a la hora de instalar las baterías en sus nuevos modelos de terminal

El empleo de procesadores de menor tamaño garantizarán, según la marca, una mayor eficiencia energética para evitar sobrecalentamientos

MADRID Actualizado: Guardar
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Samsung no quiere volver a pasar por la misma pesadilla del Note 7 y sus baterías incendiarias. Ha aprendido una dura lección. Durante la presentación del nuevo Galaxy S8, la firma surcoreana sacó pecho en un intento de devolver la esperanza a sus potenciales compradores. Para ello, han evitado riesgos innecesarios y han caminado sobre seguro para evitar otro tropiezo. Garantiza, basicamente, que no van a a explotar sus baterías.

La maltrecha imagen de marca a consecuencia de los fallos técnicos y que supusieron unas pérdidas de 4.200 millones de euros quiere corregirse. El propio presidente de la división móvil de la compañía, DJ Koh, se refirió a este episodio asumiendo que ha sido un año duro pero la compañía ha solventado los errores, dando comienzo a sí a un «nuevo compromiso con la seguridad, la calidad y la producción cuidada».

Un gesto encomiable que ha representado un esfuerzo en la parte técnica a la hora de diseñar el nuevo terminal.

Por lo pronto, las baterías empleadas en el Galaxy S8 Plus mantienen la capacidad de los Note 7, 3.500 mAh (3.000 mAh en el caso del modelo «normal»), pero los procesadores utilizados se han fabricado con tecnología de 10 nanómetros, logrando con ello reducir los tamaños y evitar que se calienten tanto. ¿Quiere decir que durarán menos? Lo más probable es que el terminal complete una jornada entera. Por tanto, habrá que cargarlo antes de ir a dormir.

Según la marca coreana, los chips incorporados en sus nuevos terminales se calientan hasta un 25% menos que sus predecesores. Al disipar de una forma más eficiente el calor se controla un posible sobrecalentamiento innecesario que pueda provocar que la batería sufra algún tipo de problema energético. La propuesta de Samsung es más conservadora. No ha habido ningún experimento, ni para bien ni para mal. Por lo que pudiera pasar. Un fallo más en ese sentido y el batacazo sería monumental...

«Aprendimos de lo sucedido con Galaxy Note 7 y, como resultado, hemos realizado una serie de cambios. Desde la revisión de cada uno de los pasos durante el proceso de fabricación de nuestros smartphones, hasta el rediseño de nuestro programa de control de calidad, nuestro compromiso es implementar todo lo aprendido para garantizar calidad y seguridad en el futuro», apuntan desde la compañía en una página oficial. Para que un nuevo caso Note 7 no vuelva a ocurrir, el gigante coreano asegura que han «mejorado los procesos» sobre las pruebas de calidad de las baterías y se contará con un grupo de expertos del sector académico, así como centros de investigación, para la elaboración de análisis.

En comparación, las baterías del Galaxy S8 tiene menor densidad, por ejemplo, que otro terminal recientemente presentado, el Huawei P10, que sin ofrecer importantes cambios, su precio es muy competitivo, mientras que LG ha optado por introducir pilas de 3.200 mAh en su nuevo G6. Apple, por su parte, conserva los 1.960 mAh en sus iPhone 7, aunque es el único de todos ellos que no dispone de un sistema de carga rápida, un aspecto importante en la actualidad.

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