Apple Watch cumple su primer año bajo un paraguas de incertidumbre

Se rumoreó sobre su llegada tiempo antes de que lo hiciera el resto de competidores. Cuando lo hizo causó gran expectación. El Apple Watch, la irrupción en el incipiente mercado de los dispositivos «wearables» -vestibles, en español- por parte de la firma de la manzana agitó la industria, obligada entonces a reaccionar y buscar un nuevo espacio en donde crecer ante la escasa innovación presentada por los teléfonos móviles inteligentes, aún el producto tecnológico que marca el ritmo de las ventas.

El dispositivo de muñeca de Apple cumplirá el próximo 24 de abril su primer año en las tiendas (a España llegó en la segunda ronda, dos meses después) en medio de una gran incertidumbre acerca de su recorrido comercial y su futuro, aplicable también a la categoría «wearable» en todas sus vertientes.

Llamado a revolucionar el mercado, el Apple Watch llegó a vender el pasado año unos 11.6 millones de unidades, según datos de la firma de análisis de mercado IDC, lo que le otorgó un segundo puesto en la lista general dominada por Fitbit.

Las previsiones para esta temporada son menos halagüeñas. Según datos elaborados por la firma de análisis KGI Securities, Apple venderá a final de 2016 unos 7.5 millones de unidades del Apple Watch, demostrando así que el mercado de los dispositivos «wearables» no han acabado por cautivar al gran público. Estas cifras representan un 25% por debajo de lo obtenido en el periodo anterior. Sin embargo, la firma norteamericana, de la que se espera que a lo largo de este año anuncie nuevos detalles de la actualización de la plataforma WatchOS o, incluso, una versión renovada del propio dispositivo, ha estado acertada con su estrategia de complementos.

Las correas de diferentes tamaños y materiales (la última versión es de nylon) han permitido actuar a modo de micropagos. Se han convertido en un gran negocio para la compañía. Es decir, mientras las ventas generales del dispositivo se estancan, los propietarios de un Apple Watch se han acercado al intercambio de este complemento. No hay que olvidar que el reloj está a caballo entre la moda y la tecnología y, aunque aún a grandes rasgos esta categoría necesita depurar algunos aspectos como la batería o la experiencia de uso. Con todo, el 77% de los usuarios está satisfecho con y lo considera un éxito, según datos de la firma Fluent.

Los analistas, pese a todo, creen que Apple adopte el mismo ciclo de actualización en el Apple Watch como sucede en el iPhone, cuyo nuevo modelo suele presentarse a finales de verano o principios de otoño. Y este año no será menos, puesto que se espera la llegada del iPhone 7 en esta época. A tenor de los rumores que circulan por internet, la próxima versión del reloj mantendrá la estética, introducirá importantes cambios a nivel de software y algunos cambios de menor trascendencia.