La leche, el zumo y otros líquidos almacenados en envases tipo tetrabrik se sirven de una manera determinada que no es casual.
Lo correcto es orientar la boquilla en sentido contrario al vaso donde queremos verter el líquido, así evitaremos salpicaduras. Aunque estas «instrucciones» vienen incluso impresas en los envases, son muchos los que desconcen todavía la posición correcta de un tetrabrik.
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