Antonio Miguel Carmona, el 3 de agosto, tras anunciarse su destitución como portavoz municipal en Madrid
Antonio Miguel Carmona, el 3 de agosto, tras anunciarse su destitución como portavoz municipal en Madrid - efe

Las claves de la «guerra civil» del PSOE-M

«Pedro Sánchez trata al partido en Madrid y a Sara Hernández de meras comparsas»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tres semanas después de la destitución de Antonio Miguel Carmona como portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de la capital, la crisis abierta en la federación regional ya se ha convertido directamente en una guerra civil. Si el sábado, en una entrevista, la nueva líder de los socialistas madrileños, Sara Hernández, asumía como propia la orden de relevar al economista, dejando fuera de la polémica al secretario general nacional, Pedro Sánchez; ayer era el propio Carmona quien decía todo lo contrario. Y lo hacía en un tono que nada tenía que ver con el comedido utilizado desde su cese, el pasado 3 de agosto. Culpaba a Sánchez de estar detrás de toda la maniobra, de convertir al PSOE-M y a Hernández de «meras comparsas» e, incluso, tachaba a esta de ser «una compañera que no se entera de nada».

Exige la inmediata dimisión de la que es también alcaldesa de Getafe. Un exhorto que se materializará en el próximo comité regional, ya en septiembre.

Las grietas nunca cerradas entre los socialistas madrileños se abrieron en canal a partir de otra destitución, el 11 de febrero: la de Tomás Gómez como secretario general del entonces llamado PSM. Pese a haber ganado las primarias y a tres meses y medio de las elecciones autonómicas, Pedro Sánchez daba su primer puñetazo sobre la mesa y le «cortaba la cabeza» al que fuera alcalde de Parla, rodeado siempre por la polémica, sus malos modos, la pérdida masiva de militantes y, lo que es peor, culpable de la sangría de votos en la Comunidad de Madrid. Pero el coletazo de la operación Púnica, en octubre, que llevó dos noches a prisión a su delfín, el alcalde parleño, José María Fraile, fue la piedra de toque para que Sánchez se quitara del zapato una china que le estaba dañando desde hacía ya demasiado tiempo.

La posición, desde entonces, de Antonio Miguel Carmona quedaba cada vez más comprometida. «Tomasista» confeso, no dudó en mostrar su apoyo a su «amigo» Gómez cuando le defenestraron. Aun así y pese a sus diferencias con la Ejecutiva nacional, Carmona se mantuvo como candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid. Los resultados del 25 de mayo pasado fueron malos. El PSOE pasó de 15 a 9 concejales, pero se convirtió en la única llave de Manuela Carmena para hacerse con la Alcaldía. Y la apoyó, eso sí, sin entrar en el Gobierno local.

Con una gestora liderada por Rafael Simancas, tocaban primarias y congreso extraordinario. En las primeras se enfrentaron Hernández (aparato federal) y Juan Segovia (hombre de Carmona); ella ganó por la mínima. Una semana después, a finales de julio, congreso extraordinario. Cónclave que el economista tilda de «nulo»: «Sus irregularidades están fuera de toda duda, tales como delegar a la dirección a hacer cambios estatutarios sin tener facultades para ello».

Nueva corriente crítica

Si hace tres semanas Carmona no se atrevía a poner nombre propio al autor de su descabezamiento, ahora no duda en señalar directamente a Pedro Sánchez: «Horas antes de que me llamara la Ejecutiva Nacional para decirme que pasara a ser senador en vez de portavoz y que renunciará a presentarme a la Secretaría General dentro de siete meses, Sara Hernández me dijo que ella me apoyaba sin fisuras como portavoz. Pensé: ‘Esta compañera no se entera de nada’».

Lo cierto es que han surgido nuevas corrientes, entre las que destaca «Las Bases Decidimos», que se presenta mañana y que reprueba lo que está haciendo la jefa madrileña socialista. Otro asunto que le afea es que compatibilice su cargo en el partido con la Alcaldía de Getafe. Y aquí aprovecha para hacer una velada mención a la «situación política y judicial», en referencia al caso Aparcamientos, una presunta corruptela de la época en la que Hernández era concejal del exalcalde Pedro Castro.

Ver los comentarios