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El lugar donde se ha producido la explosión en Estambul - REUTERS

Al menos 11 muertos y 36 heridos en un atentado contra un autobús policial en Estambul

Cuatro sospechosos han sido detenidos e interrogados en el marco de las investigaciones sobre el ataque terrorista

CORRESPONSAL EN ESTAMBUL Actualizado: Guardar
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Al menos 11 personas han muerto, entre ellas 7 policías, y más de 36 han resultado heridas durante una explosión en Estambul. La detonación, provocada por un coche bomba, ha afectado al céntrico barrio de Fatih, cerca de la parada de Veneciler, y se ha producido cuando un autobús policial pasaba por la zona. De acuerdo con la agencia de noticias Anadolu, se han escuchado disparos después de la explosión. Muy cerca del lugar se sitúa la Universidad de Estambul y diversas mezquitas frecuentadas por turistas. Rápidamente se han desplazado hasta la zona ambulancias y patrullas de policía, que han aumentado la seguridad del área.

Cuatro sospechosos han sido detenidos en el marco de las investigaciones sobre la autoría del atentado, según ha señalado la agencia de prensa progubernamental Anatolia.

Todos los arrestados han sido interrogados, como ha informado la misma fuente. La detonación, que se ha cobrado más de una decena de víctimas mortales, ha podido tener consecuencias mucho más graves. Como indica EFE, el ataque se ha producido el segundo día del Ramadán,jornada en la que miles de universitarios se presentan a los exámenes de final de curso. Un detalle importante, teniendo en cuenta la proximidad de ese centro educativo en Estambul.

Erdogan responsabiliza al PKK

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha responsabilizado este martes al grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) del atentado. «Dijeron (en referencia al PKK) que iban a cometer atentados en las grandes ciudades. ¿Está esto relacionado? Sí, atentan en todos sitios. Los terroristas no duermen», ha asegurado el mandatario turco a la prensa después de visitar a varios heridos en un hospital de Estambul. «No es una novedad que la organización terrorista (como se suele referir al PKK) extienda sus ataques a las ciudades», ha agregado.

El pasado marzo, un atentado suicida con coche bomba del grupo armado Halcones por la Libertad de Kurdistán (TAK, por sus siglas en kurdo) causó 37 muertos y más de un centenar de heridos. En esa ocasión, la detonación se produjo cerca de una parada de autobuses de la ciudad de Anakara. Un hecho similar también ocurrió en febrero en la misma localidad, en esa ocasión por culpa de un conductor suicida que se hizo explotar y arrebató la vida a 28 personas, en su gran mayoría militares. Los ataques armados de esta organización se suceden desde 2004.

En Turquía, el temor al terrorismo no es novedad. El país se encuentra en estado de alerta y ya ha sido escenario de graves atentados, no solo cometidos por los grupos armados kurdos, sino también por los terroristas de Daesh. En enero, los yihadista perpetraron un ataque que sacudió el corazón histórico de Estambul en la zona de Sultanahmet, donde se sitúa la conocida Mezquita Azul de la ciudad. Diez personas perdieron la vida y 15 resultaron heridas ese día. En su mayoría, las víctimas mortales eran alemanes, como señaló el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, que también confirmó que los yihadistas eran los autores de la masacre perpetrada.

Declive económico

La peor consecuencia del terrorismo es la pérdida de vidas humanas, pero en Turquía los daños provocados al turismo hieren gravemente su economía. Según cifras oficiales proporcionadas por el Ministerio de Turismo, el número de visitantes extranjeros que viajó al país el pasado mes de abril se situó en 1,75 millones, lo que supone un desplome del 28% en comparación con el año anterior. Se trata de la caída más pronunciada desde mayo de 1999.

Las razones del declive son dos. Por un lado, la inestabilidad y violencia que azotan al país durante los últimos meses. Algunas zonas del sudeste se mantienen, prácticamente, como áreas de guerra, mientras que las dos principales ciudades del país, Estambul y Ankara, han sufrido, como se ha indicado, sangrientos ataques terroristas cometidas por yihadistas e insurgentes kurdos. Además, el derribo de un caza ruso a finales del año pasado ha tensado hasta el máximo las relaciones entre los dos países. Entre otras medidas, Moscú ha prohibido a los operadores turísticos rusos trabajar en Turquía, un golpe muy duro para la industria hotelera turca presente en el sur mediterráneo, que se nutría principalmente de visitantes rusos.

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