Antonio Costa, secretario general del Partido Socialista de Portugal EFE

Los socialistas portugueses, en números rojos

El partido liderado por el primer ministro, António Costa, suma unas pérdidas de 21 millones de euros en sus cuentas y pide una «contribución» a sus dirigentes locales para pagar la luz y el agua de las federaciones

CORRESPONSAL EN LISBOA Actualizado: Guardar
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Las cuentas del Partido Socialista portugués se encuentran en números rojos. Su deuda acumulada se sitúa ya en 21 millones de euros, por lo que han saltado todas las alarmas en el número 2 del Largo do Rato, sede central de la formación en Lisboa.

Han tenido que ser ciertas fuentes autorizadas desde Oporto las que pongan el grito en el cielo, pues el grado de dificultad se traduce en detalles tan básicos como que sólo la iniciativa voluntaria de ciertos dirigentes locales permite pagar las facturas de luz y agua.

Tanto es así que el partido ha lanzado una campaña para concienciar a los barones regionales y que se animen a realizar una «contribución» que facilite saldar las deudas.

El PS, en el poder a través del Gobierno del primer ministro António Costa, se ha visto obligado a salir del paso de la antesala de la quiebra con un comunicado en el que reconoce su «situación financiera compleja», aunque determina que no dejará de «cumplir todos sus compromisos económicos».

Estas palabras genéricas en tono conciliador llegan justo después de que algunos de sus altos cargos tuvieran que emplearse a fondo para renegociar con sus acreedores. «Hemos iniciado un proceso de amortización pactado con las instituciones de crédito para permitir una reducción sostenida del endeudamiento».

Su llamamiento a rascarse el bolsillo se dirige fundamentalmente a los dirigentes locales, pero en realidad lo hacen extensible a todos sus militantes. Una circunstancia que retrata la urgencia de buscar soluciones al respecto.

La apelación se subraya con frases como la siguiente: «Un partido vive de la solidaridad y del trabajo generoso de sus militantes, pues no es más que la expresión de ese colectivo».

Los comentarios en las redes sociales no se han hecho esperar, pues muchos recuerdan que «siempre que gobierna este partido, se registran problemas de tesorería en el Estado». Sin ir más lejos, José Sócrates tuvo que pedir a la 'troika' un rescate de 78.000 millones de euros en 2011, antes de ceder su cargo de primer ministro a Passos Coelho y de ser investigado por graves sospechas de corrupción.

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