Once niños mueren tras un ataque de las fuerzas gubernamentales sirias en Alepo

Un ataque realizado este jueves contra las fuerzas rebeldes en Alepo ha dejado un total de 15 muertos, once de los cuales era niños, según ha informado el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos. El gobierno ha empleado los denominados «barriles bomba», un artefacto que cuenta con un gran alcance.

El organismo, con sede en Londres y una amplia red de informantes en el país árabe, ha detallado que el ataque ha sido lanzado contra el barrio de Bab al Nairab, controlado por las fuerzas rebeldes.

Por otra parte, el Observatorio ha señalado que otras ocho personas, entre ellas dos niños, han muerto por disparos de mortero realizados por las fuerzas rebeldes contra zonas de la ciudad en manos del Ejército.

Las informaciones sobre estos sucesos han surgido poco después de que Rusia accediera a una pausa humanitaria de 48 horas en la ciudad para permitir el reparto de ayuda, tal y como ha anunciado el enviado de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura.

El plan humanitario incluye reparto simultáneo de ayuda tanto en el este, controlado por los rebeldes, y el oeste, bajo el control del Gobierno de Bashar al Assad.

Igualmente, se contempla la reparación entre ambos lados del sistema eléctrico en el sur que surte a las estaciones de bombeo de agua que sirven a 1,8 millones de personas, ha precisado Jan Egeland, quien preside las reuniones semanales del grupo de trabajo humanitario en Ginebra.

Alepo, la ciudad más grande de Siria, ha sido devastada por la guerra, que ya ha cumplido cinco años y ha acabado con la vida de más de 250.000 personas. En la actualidad su control está dividido entre las fuerzas gubernamentales y las fuerzas rebeldes.