Nicolás Maduro, durante su programa radiotelevisado, este martes en Caracas
Nicolás Maduro, durante su programa radiotelevisado, este martes en Caracas - Reuters

Maduro pone a Venezuela en rebeldía nacional frente a la OEA

Argentina presenta una propuesta conciliadora para evitar que se suspenda la pertenencia del ese país a la organización panamericana

Caracas/Washington Actualizado: Guardar
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Como si la Venezuela chavista soñara con reavivar una nueva Guerra Fría en la que ella fuera protagonista, el presidente Maduro llamó a una «rebelión nacional» contra la aplicación de la Carta Democrática de la OEA que desea poner en marcha el secretario general de la organización, Luis Almagro. Maduro dijo a Almagro que «se meta el documento por donde le quepa». Al tiempo que los simpatizantes chavistas se movilizaron contra la organización panamericana gritando viejas consignas revolucionarias «antiimperialistas». Este miércoles desfilaron por las calles de Caracas las juventudes chavistas con boinas y camisetas rojas para defender al presidente Maduro con consignas insultantes y pasadas de moda. «Lacayo», «títere del imperio», «vendepatrias», «aquí estamos defendiendo el legado de Chávez y Maduro», le gritaban.

Es como si el tiempo se hubiera detenido.

Maduro había amenazado previamente con una «demanda judicial» contra la directiva del Parlamento de mayoría opositora por «usurpación de funciones» y «traición a la patria», después de que la oposición celebrara que la Organización de Estados Americanos (OEA) decidiera tratar la crisis venezolana. En todo caso se trata de una seria amenaza que da a entender que podría caer en la tentación de querer inhabilitar a la dirección de la Asamblea. «Y va a caer, esta Asamblea va a caer», coreaban este miércoles los manifestantes chavistas en su acto de repudio de la Carta Democrática de la OEA.

Almagro invocó el martes la Carta Democrática de la OEA y pidió una reunión urgente para decidir su aplicación por la alteración del orden constitucional existente en Venezuela.

Este jueves esta previsto que se reúnan el ente electoral y la coalición opositora para abordar el revocatorio

Así las cosas, Maduro llamó este miércoles a la rebelión nacional para desmontar un supuesto plan de «intervención imperialista» contra Venezuela. Palabras que fueron ampliadas por su canciller, Delcy Rodríguez, quien habló de una «campaña de hostigamiento» para promover una intervención en Venezuela que se completaría con un «bloqueo financiero».

Maduro insistió: «Llamo a la máxima consciencia nacional, a la unión de nuestro país, a la movilización contra el intervencionismo, y a derrotar en la calles de Venezuela, con la movilización y la verdad, el plan de intervención». «Están rompiendo el equilibrio que construimos en estos últimos 15 años. Lo están rompiendo, lo digo como una alerta», advirtió Nicolás Maduro, al tiempo que señaló que estas acciones, que se evidencian con el golpe de Estado parlamentario en Brasil contra su homóloga Dilma Rousseff, buscan aplicar un nuevo «Plan Cóndor» en la región.

Mientras tanto, una comisión de parlamentarios opositores se dirigió este miércoles a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigir que «libere las barreras» para que se pueda celebrar un referéndum revocatorio del jefe de Estado. La comisión fue entonces informada de que este jueves habrá un encuentro formal entre el ente electoral -dominado por el chavismo- y la coalición opositora para abordar esta cuestión, informó el diputado Enrique Márquez.

Intervención de Argentina

Así las cosas, la búsqueda de una salida a la crisis venezolana en la Organización de Estados Americanos volvió a dar un giro este miércoles cuando Argentina se adelantó al secretario general y forzó una reunión del consejo con una solución más conciliadora con el régimen de Maduro. Aunque el objetivo es el mismo, obligar al presidente de Venezuela a facilitar un referéndum revocatorio que destape la olla a presión en que se ha convertido el país, al borde del estallido social, Argentina proponía que no se le aplique al país la Carta Democrática.

La propuesta, para la que Argentina aprovechó su condición de país que ostenta la presidencia rotatoria, fue ampliada pero aprobada en su espíritu, por la gran mayoría del Consejo Permanente (30 de 34), lo que desautoriza al secretario general de la OEA, Luis Almagro. El fin último de su planteamiento era la suspensión del país, si Maduro no se aviene al acuerdo.

La reunión de los 34 embajadores inició el debate con un proyecto de declaración de Argentina que decía lo siguiente: «El Consejo Permanente declara su fraternal ofrecimiento a la hermana República Bolivariana de Venezuela a fin de identificar, de común acuerdo, algún curso de acción que coadyuve, mediante un diálogo abierto e incluyente con todos los actores políticos y sociales, a la búsqueda de soluciones frente a la difícil situación que atraviesa dicho país». Una retórica muy distinta a la determinación de Almagro de activar la Carta Democrática.

Durante el debate se incorporaron otras propuestas, pero todas en la misma línea contraria a recurrir a la Carta Democrática. Hasta que salió adelante el último texto, impulsado por México y otros 13 países. La propuesta final incorpora el llamamiento al diálogo de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá).

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