El presidente electo de Francia, Emmanuel Macron
El presidente electo de Francia, Emmanuel Macron - EFE

Macron basa en la sociedad civil sus candidaturas para las legislativas

¡En Marcha! pidió por internet candidatos y en un tiempo récord entrevistó a 1.500 de los 19.000 presentados, para seleccionar a 576

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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Emmanuel Macron, presidente de la República, espera conquistar una mayoría parlamentaria absoluta en la futura Asamblea Nacional (AN), tras las elecciones legislativas del 11 y el 18 de junio próximo, mediante un procedimiento «revolucionario»: eligiendo a través de internet a la gran mayoría de sus candidatos -más de la mitad procedentes de la sociedad civil-, y utilizando a los «amigos» de Manuel Valls, en la izquierda, y de Alain Juppé, en la derecha, para intentar dinamitar al socialismo y a la derecha tradicional.

Richard Ferrand, el hombre orquesta de la victoriosa campaña presidencial, exdiputado socialista rosa pálido, posible futuro primer ministro o director general del Elíseo, presentó ayer a 428 candidatos de la lista de 576 que presentará ¡En Marcha!.

Durante tres meses cortos, una comisión presidida por Jean-Paul Delevoye, exministro de Jacques Chirac, conservador histórico, estudió más de 19.000 candidaturas presentadas a través de internet. Tras una primera selección, la comisión Delevoye realizó más de 1.500 entrevistas personales, siguiendo las normas que siguen muchas empresas multinacionales para seleccionar a sus directivos. Hasta elegir a unos primeros 700 candidatos potenciales sobre los que luego haría una nueva criba.

Según Richard Ferrand, todos ellos responden a los principios capitales avanzados por el presidente Macron en su proyecto de renovación del modelo político francés: probidad, ningún antecedente judicial, pluralidad de las sensibilidades políticas, firma de un contrato de compromiso personal con el proyecto presidencial. El proceso culmina con una suerte de examen oral, para terminar confirmando que el candidato conoce el proyecto presidencial de Macron, y es capaces de defenderlo cara a cara con cualquier interlocutor.

Se trata de un modelo de selección que no tiene el más mínimo precedente en la historia política de Francia. Quizá tampoco existan muchos ejemplos en otros mercados políticos europeos.

Tras ese «trabajo de titanes» (Richard Ferrand dixit), ¡En Marcha! presentó ayer los primeros 428 candidatos a diputados del partido presidencial, creado hace apenas un año. Con una paridad perfecta: 214 mujeres y 214 hombres. Un 93% de ellos ejercen alguna actividad profesional. El 95% no son diputados salientes. Tienen una edad media de 46 años. El más joven tiene 24. La candidata menos joven, 72. El 52% pertenece a la sociedad civil y no ha ejercido jamás ningún mandato político.

Advertencia, «no haber ejercido nunca ningún mandato político» no significa «ausencia de compromiso». Todo lo contrario. Richard Ferrand precisa: «En esta primera selección estuvieron representadas todas las sensibilidades políticas nacionales, del centro, la izquierda y la derecha».

Presentados los primeros 428 candidatos a diputados, ¡En Marcha! se reserva la presentación de los 148 diputados restantes en los próximos días. El presidente electo ha dicho y dirá la última palabra en muchos casos.

Ajedrez político

Los primeros 428 diputados serán el núcleo central con el que Macron aspira a conseguir como mínimo los 289 escaños imprescindibles para tener la mayoría en una Asamblea Nacional con 577 escaños.

El presidente Macron y su guardia pretoriana se reservan el nombramiento de otros 148 candidatos con el fin de tentar a diputados o personalidades de izquierda y derecha, con dos objetivos estratégicos: robar peones al PS y a Los Republicanos (LR, el partido de Nicolas Sarkozy y François Fillon); y acelerar la recomposición y el nuevo orden político nacional, intentando hundir o debilitar al máximo a los partidos políticos tradicionales.

El caso de Manuel Valls es sintomático: el partido de Macron descarta aceptarle en sus filas, pero le dejará presentarse como independiente sin presentarle rival en su circunscripción. Valls es una pieza clave en la estrategia de voladura controlada de los despojos de un PS caído en la crisis más grave y profunda de su historia.

El caso de los amigos de Alain Juppé, ex primer ministro, candidato derrotado por François Fillon en las primarias del centro y la derecha, reclama un tratamiento de la más alta orfebrería, a varios niveles.

De entrada ¡En Marcha! ha dejado provisionalmente libres una veintena larga de circunscripciones que ya tienen candidatos conservadores. Bruno Le Maire, exministro de Sarkozy, candidato eliminado en la primaria conservadora, candidato de Los Republicanos (LR, derecha) a las elecciones legislativas de junio, no tiene rival de En Marcha. Thierry Solère, diputado conservador, tentado por el macronismo, como Le Maire, tampoco tendrá rival presidencial. Le Maire y Solère podrán seguir militando con LR, o integrarse más adelante en el equipo presidencial.

Se presta a Macron la guinda de una penúltima tentativa de seducción del electorado conservador: nombrar primer ministro a Édouard Philippe, que fue portavoz de Juppé en las primarias de la derecha. Se trata de una especulación, entre otras muchas. Nombrando jefe de gobierno a una personalidad conservadora, joven y brillante, Macron ofrecería garantías de centrismo moderado al electorado de centro derecha. Ofreciendo algunos ministerios a personalidades próximas a Juppé o Bruno Le Maire, Macron confirmaría su doble ambición: robar peones a la derecha.

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