Inteligencia no facilita información sensible a Trump por falta de confianza

El presidente de EE.UU., Donald Trump, se plantea revisar las agencias de espionaje de Estados Unidos, lo que para algunos puede ir encaminado a reducir su independencia. Por su parte, responsables de Inteligencia retienen información sensible por temor a que el presidente la filtre, según informaciones del diario The Wall Street Journal.

Trump, a través de su cuenta oficial de Twitter, ha dicho el jueves que las fugas ilegales «son un gran problema en Washington desde hace años», que el 'New York Times' «debe disculparse» y que los responsables «serán atrapados».

Leaking, and even illegal classified leaking, has been a big problem in Washington for years. Failing @nytimes (and others) must apologize!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 16 de febrero de 2017

Además, el mandatario estadounidense recibe un nuevo golpe al perder al segundo miembro de su gabinete en una semana. El nominado para la Secretaría de Trabajo, Andrew Puzder, retiraba su candidatura

ante la reciente resistencia de los senadores tanto demócratas como republicanos.

Trump pierde a otro miembro de su equipo de Gobierno en la semana en la que se ha visto forzado a dimitir, por mentir, su asesor principal en seguridad nacional, el general Michael Flynn.

Según el rotativo 'The New York Times', el presidente Trump planea llevar a cabo una amplia revisión de las agencias de Inteligencia de EEUU, lo que algunos funcionarios ven con cierto miedo porque podría limitar su independencia y reducir el flujo de informaciones que contradicen la visión del mundo que tiene Donald Trump.

Profunda desconfianza

Por su parte, responsables de Inteligencia en activo y varios exaltos cargos han señalado que los responsables del espionaje han decidido quedarse con algunas informaciones porque Trump les genera una profunda desconfianza debido a los contactos de su equipo con Rusia y porque ha mostrado su enemistad con las agencias de Inteligencia a las que ha acusado de filtrar información a los medios para perjudicarle.

Según el 'Wall Street Journal', los jefes de Inteligencia le habrían ocultado a Trump cuestiones como los métodos utilizados para espiar a otros gobiernos. Sin embargo, el presidente ruso Vladimir Putin ha defendido el jueves la necesidad de que los servicios de Inteligencia de Estados Unidos y Rusia restablezcan el diálogo en materia de lucha antiterrorista.

En cuanto al plan del presidente para revisar y controlar las agencias de Inteligencia, el encargado de hacerlo sería Stephen Feinberg, cofundador de Cerberus Capital Management y con estrechos lazos con su jefe de Estrategia, Stephen Bannon. Aunque no ha habido ningún anuncio desde la Casa Blanca, el diario estadounidense asegura que Feinberg «está en conversaciones» para unirse a la administración Trump como miembro del consejo asesor económico del presidente.

Las agencias de Inteligencia están en el punto de mira de Trump desde que estaba en campaña electoral y aún mas desde que llegara a la Casa Blanca. El miércoles, Trump culpaba al FBI y a la NSA de la dimisión de su asesor Michael Flynn debido a «fugas ilegales».

Tanto Bannon como el yerno de Trump, Jared Kushner, consideraron a Feinberg como jefe de la CIA, aunque el puesto lo ocupa finalmente Mike Pompeo.

Distintos puntos de vista

Los análisis de las agencias de Inteligencia en varios temas no coinciden con la visión de Trump. El acuerdo nuclear con Irán, la utilidad de la OTAN o la manera de combatir la militancia islamista, son temas en los que hay discrepancias entre la Inteligencia estadounidense y las posiciones políticas de la nueva administración. La brecha se hace más evidente cuando se trata de Rusia y su presidente, Vladimir Putin. Trump ha elogiado públicamente al mandatario ruso y las agencias de Inteligencia le señala detrás de los ataques informáticos contra el Partido Demócrata en la campaña electoral que enfrentó a Trump y a Hilary Clinton.

Un mayor control desde la Casa Blanca en las agencias de espionaje, por parte de alguien sin experiencia en el campo -como es Feinberg-, puede incrementar la confusión y la polémica sobre la politización de la CIA.

La última vez que un «intruso sin experiencia en Inteligencia» se introdujo en la CIA fue cuando el presidente Reagan nombró a Max Hugel, un hombre de negocios que tuvo que renunciar después de seis meses en medio de acusaciones sobre tratados comerciales de su pasado.

Según el diario estadounidense, el propio Dan Coats, director de la Inteligencia Nacional (pendiente de confirmar en el Senado), está especialmente enfadado por que considera que la introducción de Feinberg en la ecuación de los servicios de Inteligencia del país es un movimiento, tanto de Bannon como de Kushner, para dejarle un lado y ocupar sus posiciones.