El Gobierno de Syriza multará a quien navegue por la isla donde veranea un oligarca ruso

Nada menos que 30.000 euros de multa pagará a partir de ahora quien se atreva a navegar alrededor de la mítica isla de Skorpios, en el Mar Jónico, y más concretamente en la zona situada entre dicha isla y el islote de Skorpidi. Es un favor del actual Gobierno griego presidido por el antiguo comunista Alexis Tsipras a la familia del oligarca ruso Dmitri Rybolovlev.

Ha sido el Ministro de Marina Mercante y Política de las islas Thodorís Drítsas quien ha decretado que se prohíba la navegación de cualquier tipo de embarcación profesional o privada en la zona marítima entre las islas de Skorpios y Skorpidi desde el mes de Marzo hasta el mes de Octubre. La decisión fue firmada por el Presidente de la República, Procopis Pavlópulos, y se publicó en el BOE griego del 26 de Abril.

La zona está señalizada con boyas de color chillón durante el día y con luz por la noche y de esta forma protege la intimidad de la familia y sus invitados durante toda la temporada estival. Quienes no respeten esta ordenanza se enfrentarán a responsabilidades civiles y penales, siendo la multa para quienes entren en la zona prohibida nada menos que 29.347 euros.

Dmitri Rybolovlev, de 49 años, no es un billonario cualquiera: nació en los Urales, es cardiólogo de profesión pero hizo su fortuna, que dicen supera los diez mil millones de euros, con una compañía de fertilizantes de potasa cofundada con el estado ruso en los años noventa. Ahora reside oficialmente en Mónaco, siendo además el presidente de su club de fútbol, el AS Monaco FC. Adquirió hace tres años de Athina Onassis de Miranda, la nieta del mítico armador griego Aristóteles Onassis, la mítica isla de Skorpios y otros islotes cercanos a nombre de su hija Ekaterina en el 2013. Esto fue debido a que tras divorciarse de su esposa, todas sus adquisiciones se efectúan ahora a nombre de una sus dos hijas. Athina y Ekaterina son amigas y compañeras: a las dos les gusta la equitación y han competido en los mismos circuitos hípicos

Trato de favor de las autoridades

Ya desde la adquisición de esta isla en el 2013 la familia rusa, a través de la compañía Mykinai S.A. que se ocupa de su administración, había solicitado y conseguido dos años mas tarde la delimitación de las costas de dicha isla y sus playas por parte de la Administración Descentralizada del Peloponeso. En dicha resolución, que consiguió en octubre del 2015, se destacaba que el área se encontraba en un espacio protegido Natura y que las obras que se efectuaron (para la renovación de las casas existentes) eran legales.

Esta decisión y las posteriores para proteger la intimidad de los propietarios e invitados de la isla ponen de relieve la importancia del oligarca y su trato de favor por el Gobierno que, por un lado dificulta cualquier privatización (aunque las privatizaciones son una obligación impuesta por los acreedores del país), y por el otro protege la intimidad de una familia privada como la de este billonario ruso.

En la zona que rodea Skorpios no solo hay muchos barcos de pesca profesionales, sino que es un recorrido tradicional para las embarcaciones tanto de turistas como privadas que quieren ver de cerca esta isla paradisiaca. La compañía Mykinai S.A. había solicitado ya el año pasado, con Tsipras al poder, el que se prohibiera la navegación de cualquier embarcación durante el año entero. Tras el revuelo que esto creó localmente y una demanda de un marino jubilado griego, se acabó legislando que sólo sería de marzo a octubre.

La guapa Ekaterini, la propietaria oficial de la isla, se casó allí con el también millonario uruguayo Juan Sartori en octubre pasado (el con 34 años y ella con 26) y la celebración y posterior festejo tuvo lugar en la intimidad y sin problema alguno. La boda fue privada y exclusiva, no hubo filtraciones y dejó claro que en la zona todo el mundo protege a esta familia porque la isla ha vuelto a crear muchos puestos de trabajos directos e indirectos. La isla ha sido restaurada a su antigua gloria y se encuentra muy cuidada, en contraste con el tiempo en que era propiedad de Athina, tras la muerte de su madre en 1988 a los 37 años. No solo se restauraron las instalaciones existentes por profesionales griegos (desde la muerte de Cristina Onassis su hija y familia habían ido solo pocas veces a visitarla), sino que se han mejorado los jardines por los que pasean pavos y faisanes y también se ha creado una pequeña granja y un huerto biológico en el que se cultivan hortalizas y menta para el té que le gusta al billonario.

Como contó su primo Andrei Konogorov a la publición Proto Thema el año pasado, se han plantado también viñedos. La pequeña iglesia ortodoxa en la que están enterrados Onassis y sus dos hijos Cristina y Alexandros está primorosamente cuidada.Y nadie olvida que Dmitri es generoso, y siguiendo la tradición instaurada por el propio Onassis efectúa importantes donaciones a distintas instituciones de la cercana isla de Lefcada.