Vehículos del Ejército iraquí en las inmediaciones de Mosul
Vehículos del Ejército iraquí en las inmediaciones de Mosul - EFE

El Ejército iraquí arrebata a Daesh el aeropuerto de Mosul

La instalación servirá de base para tomar calle por calle el sector occidental de la ciudad

CORRESPONSAL EN JERUSALÉN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las fuerzas iraquíes, apoyadas por tierra y aire por la coalición que lidera Estados Unidos, cumplieron su primer objetivo. Menos de una semana después de lanzar la operación para expulsar a Daesh de Mosul, se hicieron con el control del aeropuerto internacional de esta ciudad situada al norte de Irak y que desde el verano de 2014 ha sido el gran bastión de los yihadistas. Un avance clave desde el punto estratégico ya que, aunque el aeródromo se encuentra destrozado y sus pistas inutilizadas, se trata de una gran superficie de terreno en la que los mandos iraquíes planean instalar su base de operaciones desde la que dirigirán los combates calle por calle que estallarán pronto en el núcleo urbano.

El empuje de los efectivos del Ejército, la Fuerza Antiterrorista y la Policía Federal logró además dar un paso más allá para irrumpir en el campamento militar de Ghizlani, próximo al aeródromo.

En un comunicado recogido por la cadena kurda Rudaw, el general de brigada Bahnam Mohamad al Kazimi, jefe de las fuerzas de respuesta rápida, las unidades de élite del Ministerio de Interior, informó de que habían logrado el «pleno control» del aeropuerto y que empezaban con el peinado del recinto para desactivar explosivos o eliminar a milicianos de Daesh que podrían estar escondidos en alguno de los edificios. Otro alto mando de la fuerza de reacción rápida, el general Abdulaziz al Musawi, explicó que el nivel de destrucción de las instalaciones «ha llegado al 90 por ciento después de la voladura de edificios por Daesh o los bombardeos aéreos llevados a cabo por la coalición internacional». Las imágenes mostraban las montañas de escombros de lo que en el pasado fue un aeropuerto.

Drones bomba

Los yihadistas defendieron sus posiciones durante toda la mañana y recurrieron a coches bomba, artefactos explosivos improvisados y aviones no tripulados cargados con explosivos, un arma que han ido perfeccionando en los últimos meses y emplean cada vez con más frecuencia. «Estamos atacando desde múltiples frentes para distraer al enemigo y evitar que pueda reagruparse», declaró a la agencia Reuters el capitán de la Policía Federal Amir Abdul Kareem, para quien esta «es la mejor estrategia para acabar con ellos con rapidez».

El avance es rápido en estos primeros días, aunque la operación para recuperar el control de la que ha sido desde el verano de 2014 la capital del «califato» en Irak arrancó en octubre. Las fuerzas iraquíes mantienen la misma estrategia empleada en enero en la otra orilla del Tigris y parecen bien coordinadas en su avance, nada que ver con lo ocurrido en los meses de noviembre y diciembre en los que las diferencias entre los mandos provocaron un estancamiento que estuvo a punto de poner en peligro la operación.

650.000 civiles

Una coalición de fuerzas formada por más de 100.000 hombres, entre peshmerga kurdos, ejército y fuerzas de seguridad iraquíes y milicias chiíes, con el apoyo de 5.000 asesores militares estadounidenses, se enfrentan a un enemigo que ahora se atrinchera entre los más de 650.000 civiles que permanecen en la orilla occidental del Tigris. Las organizaciones humanitarias, como hicieron cuando comenzó la ofensiva en la parte este de la ciudad, se preparan para un éxodo forzado de más de 400.000 personas, aunque en estos primeros días de combates apenas se ha registrado salida de civiles, algo que se producirá conforme la batalla se aproxime al casco urbano.

Pese a la facilidad con la que se ha podido ganar terreno esta semana en Mosul, el jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, Stephen Townsend, insiste en sus intervenciones diarias ante los medios en que se trata de «un rudo combate para cualquier ejército» y estima que para acabar con el califato en Irak y en la vecina Siria serán necesarios al menos «seis meses» de combates.

Ver los comentarios