Ejecución inminente de un médico sueco condenado a muerte en Irán por espiar para Israel

Teherán relaciona a Ahmadreza Djalali, profesor de la entidad que otorga el Nobel de Medicina, con el supuesto asesinato de dos científicos nucleares. Él considera que es una represalia por negarse a que los iraníes aprovechasen de sus contactos

Ahmadreza Djalali, médico sueco de origen iraní condenado a muerte por Teherán Amnistía Internacional
José Pablo Jofre

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«La sentencia a muerte puede ejecutarse en cualquier momento», ha dicho Zouhaier Chichaoui, el abogado de Ahmadreza Djalali , el médico y profesor del Instituto Karolinska de Estocolmo –organismo que elige el Nobel de Medicina– detenido en abril de 2016 en Irán.

Especializado en urgencias, el residente sueco de origen iraní de 45 años fue condenado a pena de muerte en octubre de 2016 culpable de «propagar la corrupción en la tierra» por espionaje hacia Israel . El mes pasado y mediante un procedimiento secreto, la Sala 1 del Tribunal Supremo de Irán confirmó sumariamente la condena a muerte de Djalali sin darle la oportunidad de defenderse. Los intentos de revocar la sentencia –protestada por Amnistía Internacional, la ONU y el Ministerio de Exteriores de Suecia– han fallado, ha comentado su abogado.

Teherán alega que Djalali está relacionado con el supuesto asesinato de dos científicos nucleares iraníes , muertos por coches bomba varios años atrás. El profesor especialista en mejorar las respuestas de emergencia hospitalaria en casos de terrorismo escribió una carta desde la prisión de Evín en la capital iraní, indicando que estaba recluido únicamente como represalia por haberse negado a utilizar sus contactos profesionales en instituciones europeas para espiar para Irán. «Esta vez, la sentencia es definitiva. La pena de muerte fue declarada factible, lo que significa que puede llevarse a cabo en cualquier momento», ha declarado Chichaoui al periódico belga «Le Soir» .

En viaje de negocios

La esposa de Djalali, Vida Mehrannia , que vive en Suecia con sus dos hijos, ha explicado que la salud física y mental de su esposo se ha deteriorado marcadamente desde que fue detenido acusado de haber pasado información sobre científicos nucleares iraníes al Mossad, la agencia de inteligencia israelí.

Djalali estaba en viaje de negocios en Irán cuando fue detenido y recluido en la prisión de Evín durante siete meses, tres de ellos en régimen de aislamiento. El médico ha asegurado que durante ese periodo no tuvo acceso a un abogado y fue sometido a tortura y otros malos tratos para obligarlo a «confesar» que era un espía.

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