Arístegui conversa con los guardias civiles que han viajado hasta Katmandú para rescatar a los españoles desaparecidos
Arístegui conversa con los guardias civiles que han viajado hasta Katmandú para rescatar a los españoles desaparecidos - pmd

Disminuye la esperanza de hallar a siete montañeros españoles desaparecidos en Nepal

Mientras los muertos por el terremoto ya superan los 7.000, la cifra de españoles sin localizar baja de 35 a 21

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Sobrecogidos. Así volvieron ayer los guardias civiles que sobrevolaron el valle de Langtang, donde se perdió el rastro de siete de los 21 españoles que aún siguen desaparecidos tras el terremoto de Nepal. Mientras eran localizados 14 de los 35 con los que no se había contactado hasta el sábado, disminuían las esperanzas de hallar con vida a los montañeros que estaban recorriendo dicho valle, uno de los más devastados por el seísmo.

«Jamás había visto tanta destrucción. Como dice la gente del lugar, la montaña se ha caído. Las posibilidades de encontrarlos son casi nulas», contaba un agente a su regreso del vuelo de reconocimiento. A bordo de un helicóptero, cinco números del Grupo de Montaña de la Benemérita recorrieron durante dos horas el valle de Langtang y lo que vieron les dejó estupefactos.

Allí, el potente temblor del 25 de abril provocó unos corrimientos de tierra que arrancaron de la montaña rocas tan altas como un edificio de tres plantas. Sepultando los pueblos que encontraba a su paso y arrastrando los troncos de los árboles que había arrancado, una ladera se desplomó por completo y su onda expansiva llegó a la contigua.

Además de tomar fotografías y grabar un vídeo desde el aire, los agentes inspeccionaron la zona para preparar la llegada de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que aterriza hoy lunes en Katmandú y tiene previsto desplazarse al valle de Langtang lo antes posible para buscar a los siete montañeros allí desaparecidos, entre los que hay cuatro asturianos y una catalana.

Con el fin de rastrear el valle, que en circunstancias normales se tarda tres días en recorrer, los cinco guardias civiles serán desplegados hoy mismo en un lugar a cerca de 4.000 metros de altura e irán descendiendo a pie, inspeccionando el terreno y comprobando si hay cuerpos entre las avalanchas. Al frente se halla el teniente Fernando Rivero, quien, como el resto de agentes, ha visitado varias veces Nepal para practicar alpinismo y estuvo recorriendo dicho valle hace tres años. A ellos se unirán otros siete guardias civiles que llegan con los 46 soldados de la UME, que traen cuatro perros adiestrados para buscar personas.

Desde un campamento que montarán en el valle, batirán a fondo la zona en busca de los montañeros desaparecidos. Una operación que exigirá un amplio despliegue logístico y plantea numerosas dificultades como el transporte del material, que será trasladado en helicóptero, y el suministro de víveres, que probablemente llegarán a lomos de mulas desde los pueblos cercanos que se salvaron de la catástrofe.

Una ruta muy popular

Confirmando los peores temores, el presidente de la Asociación de Agencias de Senderismo de Nepal, Ganga Sagar Pant, explicó a la agencia Reuters que la avalancha había barrido el pueblo de Langtang. «Todo lo que quedan son enseres sueltos como mochilas y abrigos, ya que todas las casas han sido arrastradas montaña abajo. No queda nada. No creo que nadie pueda sobrevivir a algo así», señaló. Aunque no se sabe aún cuánta gente se hallaba en Langtang el día del terremoto, este pueblo tenía 55 albergues al ubicarse en una ruta muy popular de senderismo.

A pesar de estos malos augurios, el embajador de España en la India, Gustavo de Arístegui, insistió en que «el vuelo de reconocimiento ha sido muy importante para conocer la situación», pero dejó claro que «no se puede decir aún cuánto durará la operación de búsqueda». Coordinando la localización y repatriación de los españoles atrapados en Nepal por el terremoto, Arístegui ha conseguido reducir considerablemente la lista de nacionales desaparecidos cotejando los registros de salidas del aeropuerto de Katmandú, que han servido para localizar a muchas personas con las que no se había contactado. Siguiendo ese misma estrategia, su próximo objetivo es revisar los formularios para practicar senderismo que expide el Consejo Nacional de Turismo nepalí.

La última cifra oficial de víctimas que dejó el terremoto ya ha superado los 7.000 muertos, de los que 57 son extranjeros.

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