Bruselas promete que la inmigración será una prioridad

A pesar de todas sus declaraciones grandilocuentes, la Unión Europea carece de competencias específicas en materia de inmigración, más allá de lo que decidan por unanimidad los gobiernos de los países miembros. Pese a todo, la situación política creada con los últimos acontecimientos en Italia ha obligado al nuevo comisario responsable de Interior, el griego, Dimitris Avramopoulos, a hacer pública una declaración oficial para intentar calmar los ánimos en Roma, prometiendo a la vez que la lucha contra la inmigración ilegal será una de las prioridades de la legislatura.

Para empezar, Avramópulos ha enviado una felicitación a la guardia costera italiana y a los miembros de la agencia europea de coordinación, Frontex, porque «han salvado a cientos de migrantes que estaban en grave peligro», pero habla sobre todo de la operación conjunta Triton en la que sí participan otros países europeos y que fue lanzada precisamente porque Italia quería poner fin a la operación Mare Nostrum que lanzó por su cuenta y con toda la parafernalia en octubre de 2013.

«Felicito a la Guardia Costera italiana y a Frontex que, en el marco de la operación conjunta Triton, han salvado cientos de inmigrantes en peligro. Estos hechos ponen de manifiesto la necesidad de adoptar medidas a escala comunitaria decidida y coordinada». Se ha puesto de manifiesto que «las mafias están encontrando nuevas rutas hacia Europa y emplean nuevos métodos para explotar a personas desesperadas que están tratando de escapar de situaciones de conflicto y de guerra abierta» afirma el comisario.

Rescatar inmigrantes

Las organizaciones humanitarias habían pedido que se mantuviese la misión italiana, destinada a rescatar a emigrantes que se han lanzado a cruzar el mar antes que a impedir su llegada, como se pretende que haga Triton. Vincent Cochetel, director para Europa del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hizo ayer un llamamiento a los países europeos pidiendo «una acción europea concertada en el Mediterráneo, esfuerzos crecientes para rescatar a personas en el mar y aumentar los medios para ofrecer alternativas legales a estos peligrosos viajes».

Los datos son evidentes: la Marina italiana ha salvado miles de vidas de los que intentaban llegar a Europa atravesando el Mediterráneo, pero al mismo tiempo esa eficacia ha servido para alentar a las mafias a que organicen economías de escala en las operaciones de trasiego de personas, en la confianza de que de un modo u otro serán rescatados. Utilizando grandes barcos, los que organizan estos viajes de altísimo riesgo pueden permitirse también grandes beneficios.

Por ello, el comisario Dimitris Avramopoulos insistía ayer en su comunicado en que «tenemos que tomar medidas contra estas organizaciones criminales despiadadas. No debemos permitir que los contrabandistas pongan en riesgo la vida de las personas en barcos abandonados en condiciones azarosas». Huelga decir que la lucha contra el contrabando será una prioridad en el «enfoque global de la migración, «un plan que se presentará en el momento oportuno. Vamos a seguir adelante con el compromiso y la determinación».

Triton en peligro

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, lanzó la operación «Mare Nostrum»_a raíz de la consternación de la sociedad italiana por la situación en Lampedusa, sobre todo después de una célebre visita del Papa Francisco. Sin embargo, no ha encontrado la misma sensibilidad en otros países, más alejados del Mediterráneo. Ahora, ni siquiera está claro que la operación Triton tenga garantizada su financiación, a pesar de que el grueso del operativo se lleva a cabo en buena parte por contribuciones voluntrarias de los países miembros, coordinadas por la agencia Frontex, cuya sede está en Varsovia.