Uno de los alimentos que pueden estar infectados con la bacteria Salmonella son los huevos si no se cocinan bien
Uno de los alimentos que pueden estar infectados con la bacteria Salmonella son los huevos si no se cocinan bien - AFP

¿Qué puedo hacer si contraigo salmonelosis?

Los expertos hablan de hidratarse de manera abundate, de evitar «lácteos y grasas», así como de seguir una «dieta líquida durante las primeras 24 horas»

MADRID Actualizado: Guardar
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Dolor en el abdomen. Náuseas y vómitos. Diarrea. Escalofríos y fiebre. Son algunos de los síntomas de la salmonelosis, una infección intestinal que se contrae al consumir alimentos que contengan la bacteria Samonella. En la mayor parte de los casos se trata de huevos que han intentado cocerse o cuajarse y han quedado crudos; también de la mayonesa y la salsa holandesa para las que estos huevos han sido la materia prima. Pero además, la salmonelosis se puede contagiar a través de productos lácteos o de carne de aves de corral, sobre todo, pollo y pavo. Algo que no impide que otro tipo de alimentos —carne roja, pescado, vegetales— que hayan estado en contacto con la bacteria también puedan estar contaminados.

Además, como cada año, la llegada del verano ha hecho que aumenten los casos de personas que llegan al hospital aquejadas de salmonelosis y Juan María González del Castillo, coordinador del grupo de infecciones de SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias) en el Clínico San Carlos, lo ha notado. ¿La razón? «Las bacterias tienen una alta persistencia a las temperaturas elevadas y, así, el contagio es más sencillo», explica el médico que agrega que, en la época estival, «hay más toxiinfecciones, ya que a 35 ó 36 grados las bacterias están estupendamente» y se mueven a sus anchas.

Huir de la salmonelosis

A pesar de que estemos en pleno periodo de riesgo, hay puntos básicos que pueden seguirse para evitar contraer la enfermedad. La clave es la higiene. González del Castillo explica que existen tres premisas básicas: lavarse las manos, las superficies en que se vaya a cocinar y, por supuesto, los alimentos; cocinar bien la comida, a altas temperaturas, para impedir que quede cruda; así como refrigerar. Por tanto, lavarse las manos o limpiar los utensilios de cocina cuando se pase de la preparación de un tipo de comida a otro es una buena opción. Otras medidas de precaución son usar distintas tablas de cortar para cada tipo de comida o cambiar de manera frecuente los paños de cocina.

Sin embargo, si ya es demasiado tarde y no has logrado esquivar la salmonelosis, hay directrices que debes seguir para librarte de ella lo antes posible. González del Castillo informa de que la hidratación es básica y de que, aparte de cantidades abundantes de agua, se pueden consumir bebidas con sales e hidrocarbonadas, como las de las marcas Aquarius o Powerade. En cuanto al resto de la dieta, el doctor, especialista en este tipo de infecciones, pide «sentido común». Habla de una «dieta líquida durante las primeras 24 horas» y de una «dieta astringente» —verdura, frutos secos, manzana— durante el resto de tiempo que tengas la enfermedad (la salmonelosis suele durar de cuatro a siete días). También es necesario evitar «lácteos y grasas». En realidad, no hay nada que sea diferente a lo que se hace cuando se sigue una dieta para curar una gastroenteritis.

Los antibióticos, nada recomendables

Por otro lado, el médico rechaza el uso de antibióticos; algo que solo se hace con niños y ancianos, en casos más delicados. El efecto que hacen sobre el resto de personas es contraproducente: aumentan los síntomas. En la mayoría de casos, González del Castillo aconseja tratar cada dolencia de forma aislada e independiente. Por ejemplo, si el enfermo tiene vómitos y diarrea, hay recurrir a una medicina que se limite a acabar con ellos. El truco es obedecer solo a «tratamientos sintomáticos» y olvidarse de los que son más genéricos y fuertes, como los antibióticos, que están reservados a casos específicos y determinados.

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