La guerra judicial con su exmujer le amarga la retirada a Tiago Splitter
El pívot brasileño, que tras jugar en el Baskonia recaló en la NBA, se enfrenta en los tribunales de España y EE.UU. con Amaia Amescua
Esta semana la noticia de la retirada oficial del pívot brasileño Tiago Splitter se convertía en titular de múltiples medios deportivos, tanto en España como en EE.UU. A sus 33 años, el baloncestista anunciaba «con el corazón roto» su cese, motivado por una lesión en la cadera que sufrió en 2016 durante un partido de la NBA y por la que lleva sin competir desde hace más de diez meses.
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La carrera del brasileño ha sido una escalada de éxitos, lo que explica, según sus propias palabras, que haya tardado en tomar «la decisión más difícil de mi vida» . «No lo quería -ha declarado-, pero la lesión que tuve en la cadera está siendo más problemática de lo que creíamos». Cabe señalar que Splitter fue el primer brasileño en conseguir un título de la NBA -en 2014, cuando militaba en San Antonio Spurs- y, al tiempo, el segundo español, dado que en 2004 adquirió la nacionalidad. Entre 2000 y 2010, militó en las filas del Basket Bilbao y, sobre todo, del Saski Baskonia. En su despedida, tuvo palabras de afecto hacia aquella etapa de su vida: «Todo lo que sé lo aprendí en Vitoria» , dijo.
Seis años de amor
Si Tiago creía que iba a tener una retirada tranquila, lo cierto es que ahora vislumbra un complicado horizonte personal y judicial, pues está inmerso en una dura batalla legal con su exmujer, la vitoriana Amaia Amescua , con quien se casó en la capital alavesa el 3 de julio de 2010 y con quien ha tenido dos hijos. El 26 de diciembre de 2016, Tiago y Amaia firmaron el divorcio en el condado de Fulton (Georgia). Y el pasado diciembre, el deportista volvía a casarse en Florida. En una semanas, será padre de nuevo.
Sin embargo, la relación con Amaia se ha complicado aún más después de que esta presentara una denuncia contra Tiago Splitter en un juzgado de Álava, por un delicado asunto relacionado con los menores, de 5 y 2 años. Distintas fuentes señalan que figura como investigado en una causa criminal, por la que la Fiscalía ha solicitado que las visitas a sus hijos sean supervisadas. De momento, el Juzgado de Instrucción ha archivado el proceso, lo que sin duda es un alivio para el deportista, pero la Fiscalía ya ha recurrido esta decisión por la «manifiesta incompetencia» de la magistrada que lleva la causa. Solicita que se anule ese archivo y se reabra para que sea remitida a la Audiencia Nacional.
Tras esta denuncia, los abogados americanos de Splitter han interpuesto una demanda en EE.UU. con objeto de modificar el régimen de custodia de los menores y que le sea atribuida en exclusiva al padre. Es llamativo que la demanda haya sido presentada como reacción al proceso judicial que se instruye en España, lo que puede dar lugar a un nuevo caso de conflicto entre jueces : Tiago ha querido llevar su caso desde EE.UU., a pesar de que sus hijos vivan en España, su ex mujer sea española y él mismo adquiriera nuestra nacionalidad.
Choque de legislaciones
Hay que recordar que el Convenio de la Haya atribuye la competencia para remediar los conflictos a los países en los que residan los niños, pero la incertidumbre es manifiesta cuando, como en este caso, otro estado entra en la discordia. En los últimos tiempos se ha visto cómo puede haber un choque de competencias al margen del convenio y ahí está el ejemplo de María José Carrascosa , quien consiguió la custodia en España, pero fue condenada a 14 años de prisión en los Estados Unidos por llevarse a su hija, por lo que pasó casi diez años entre rejas.
Volviendo al caso de Tiago Splitter y Amaia Amescua , si el proceso español avanza y la Fiscalía así como la defensa de su exmujer consiguen revocar la decisión de archivar la denuncia, se abrirá un proceso penal en nuestro país, mientras que en EE.UU. ahora se inicia otro por la custodia, que en el acuerdo de divorcio se adjudicó a la madre. Un doble juego con ambos sistemas judiciales cuyo resultado puede hacer correr ríos de tinta.
