Néstor Kirchner y su mujer, Cristina, frente al Perito Moreno
Néstor Kirchner y su mujer, Cristina, frente al Perito Moreno - ABC

La decadencia del imperio patagónico de los Kirchner

Sus lujosos hoteles han echado el cierre y ahora forman parte de expedientes que investigan sus oscuros negocios

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Lo tuvo todo o casi todo. La viuda de Néstor Kirchner fue la mujer más poderosa y la presidenta con más bienes de la historia de Argentina. Su patrimonio, en una larga década de poder «K», se multiplicó hasta superar el mil por cien de lo que tenía cuando pisó, como consorte, por vez primera la Casa Rosada. Desde entonces, mayo del 2003, hasta diciembre del 2015, -último mes de su virtual reinado-, Cristina Fernández construyó una cadena de hoteles en la Patagonia que hoy se parecen más a la sombra de un ciprés alargado que a los días donde facturaba como si el mundo hubiera descubierto, en aquellos páramos en torno al imponente glaciar Perito Moreno, el paraíso del turismo planetario.

Algunos de aquellos hoteles han cerrado, otros perdieron el encanto y atractivo que rodea al poder y todos, salvo excepción, forman parte de e xpedientes judiciales que investigan sus orígenes oscuros y gestiones poco claras. De telón de fondo, lavado de dinero y corrupción. En primera línea del fuego judicial figuran presuntos testaferros, socios y amigos de la ex familia presidencial, como el empresario encarcelado, Lázaro Báez y Cristóbal López, el zar del juego y de un imperio de comunicación desmoronado.

El crepúsculo del poder, que presumía con sus imponentes hoteles, perforó el último año el corazón del clan Kirchner. Máximo y Florencia, los hijos del matrimonio que eligió el sur de la Patagonia como su refugió y trampolín económico y político, están con primos y parejas a los pies de los caballos desbocados de una justicia que rastrea y registra hasta la última habitación de aquellas propiedades que, ya no son lo que eran.

Los Sauces. Casas Patagónicas, el hotel «boutique» más emblemático, el que construyó la ex presidenta como una prolongación de su propio jardín y decoró personalmente hasta el último rincón, echó el cierre en agosto del pasado año. Los chalets con colores diferentes en su interior, el arroyo que se cruzaba en cochecitos de golf, el restaurante y el spa que hasta tenía una bicicleta en la piscina, se han convertido en una especie de «resort» fantasma. La empresa que lo administraba, vencido el contrato y sin tener interlocutor que resolviera ni la continuidad ni los arreglos necesarios para iniciar la nueva temporada, le entregó las llaves a un apoderado de su dueña. El cierre de Los Sauces fue un golpe demoledor para Cristina, como todavía la conocen en Argentina. Las telas que vestían los sofás y cortinas de las casitas y del bloque social, las compraba en sus viajes de Estado por el mundo. De Oriente vino cargada con sedas y directamente de Pekín importó un «rickshaw», un taxi triciclo chino que todavía aguanta, a la intemperie, los vientos y fríos polares del sur. En el dormitorio de la vivienda del matrimonio, que ahora ocupa la viuda, el presidente cayó desplomado por un infarto fulminante el 27 de octubre del 2010.

La historia de Los Sauces se parece a la de Aldea de El Chalten, otro hotel, de estilo campo y montaña, que echó la persiana en marzo. En este caso se supone que el cierre se debe a reformas de ampliación. De acuerdo a las previsiones, pasaría de 26 a más de 36 habitaciones. El proyecto tenía previsto estar finalizado el pasado diciembre, pero sus puertas siguen cerradas. Además, desde el 30 de diciembre, está embargado. En la misma situación de «embargo preventivo» se encuentra el Alto Calafate, inmenso bloque en el camino al imponente Perito Moreno.

La Posada las Dunas es otro de los hoteles vinculado a los herederos del ex presidente. Opera con normalidad, pero su categoría está a años luz de Los Notros, el único dentro del Parque Nacional que permite la vista del Perito Moreno sin necesidad de prismáticos. También éste se atribuye, aunque su nombre no aparezca, a la viuda más famosa de Argentina. Lo mismo sucede con la casa de campo La Usina, ideal para pescar. Todos ellos, hoy por hoy, son los que mediante las sociedades Hotesur, CO.MA y otras que rastrea la justicia, siguen siendo de la familia que un día tuvo todo.

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