La acusación de violación que mancha el pasado de Kobe Bryant

En 2004, una trabajadora de un hotel acusó al exjugador de abusar sexualmente de ella, en un escándalo que se saldó con un acuerdo confidencial, sin juicio y con el olvido

AP

Eva Bárcena

Lo ha ganado todo, es una leyenda viva de la NBA y está a punto de ganar un Oscar . No hay límites para Kobe Bryant . Su documental, « Dear Basketball », tiene todas las papeletas para llevarse la estatuilla de Mejor corto animado. «Crecí soñando con ganar campeonatos, pero nunca, ni en mis mejores sueños, pensé que entraría a formar parte del cine», aseguró el escolta a EFE.

Esos son los sueños de Kobe Bryant. Soñaba con jugar al baloncesto, como hizo su padre, Joe Bryant. Soñaba con estar en el All Star y lo hizo 18 veces. Soñaba con el anillo, consiguió cinco. Soñaba con que retiraran su dorsal con Los Angeles Lakers y retiraron los dos. ¿Los dos? Bryan jugó su primera década con el 8 a la espalda. En la temporada 2006/2007 lo cambió por el 24, en un lavado de imagen con el que intentaba dejar atrás su peor pesadilla. Y, especialmente, la peor pesadilla de la chica que le acusó de violarla.

Eagle, Colorado. Una ciudad de 7.000 habitantes que en junio de 2003 se situó en el ojo del huracán. Bryant acudió al , donde conoció a una joven empleada de 19 años. Recién operado de la rodilla, el jugador buscaba reposo para recuperar su forma física.

Según consta en la declaración de ambos, el deportista pidió a la joven que le enseñara las instalaciones del hotel, la invitó a su habitación y se besaron. Todo consensuado. Las versiones difieren en lo que pasó después. Según la joven, Bryant la agarró del cuello y abusó sexualmente de ella . «Le pedí que me dejara en paz y sé que me escuchaba porque cada vez que le decía que parase, me apretaba más fuerte», declaró la víctima ante la policía.

Vanessa, mujer de Bryant, le agarra mientras reconoce los hechos AP

La declaración de Bryant fue muy diferente. El jugador aseguró que no habían mantenido relaciones sexuales, hasta que los policías le dijeron que se habían extraído restos de ADN suyos del interior de la joven, quien además presentaba heridas compatibles con un abuso sexual. Entonces, confesó: tuvieron relaciones sexuales y «ella dijo no» . Hasta tres veces repitió que la joven no quería acostarse con él. Y que él lo sabía.

Recuperando a 'la mamba negra'

McDonald 's , Nutella y Nike cancelaron sus contratos publicitarios con Kobe Bryant. Un diamante de cuatro millones de dólares fue la única forma de que su mujer, Vanessa, le perdonase la infidelidad. El escándalo había terminado con la buena imagen de 'la mamba negra' y había que recuperarla.

Así que primero vino la disculpa pública: «Creí que los dos estábamos de acuerdo, ahora entiendo que ella no quería que aquello pasara y que no lo ve como yo. Tras meses de escuchar a su abogado y su testimonio, entiendo cómo le ha afectado».

Luego, llegó la no celebración del juicio. Aunque Bryant estaba imputado por violación, una semana antes de sentarse en el banquillo de los acusados, la víctima confirmó que no iba a testificar y solicitó una disculpa de Bryant ante la corte para retirar los cargos penales. Además, llegó a un acuerdo con los abogados del jugador para no utilizar su disculpa en el juicio civil.

«Me gustaría disculparme directamente con la mujer envuelta en este incidente. Siento mucho mi comportamiento aquella noche y todas las consecuencias que ha tenido que sufrir desde entonces. También quiero dejar claro que no cuestiono su motivación para denunciar», empezó el jugador. Por «consecuencias», Bryant se refería a los titulares tendenciosos que se publicaron a lo largo de Estados Unidos en el año previo al juicio, en el que se acusaba a la joven de racista (la víctima era blanca), de buscar el dinero del jugador (aunque ella provenía de una familia bien posicionada) e incluso se llegó a cuestionar su vida relajada tras el suceso o su actividad sexual.

En marzo de 2005, un par de meses después de que se cancelase el juicio, Bryant y la víctima llegaron a un acuerdo confidencial , con una compensación económica que como máximo alcanzó los dos millones y medio de dólares, como recoge la ley de Colorado.

En julio de 2005, Kobe estaba de vuelta. La misma marca deportiva que le había rescindido su contrato publicitario le rescató de la oscuridad utilizando fotografías suyas en sus anuncios. 'La mamba' resucitaba. Le quedaba por delante otra década de éxitos en la pista. Cuando en 2016 fue el protagonista de una despedida apoteósica por su retirada , nadie entonó el #MeToo ni se acordó de la trabajadora de Colorado.

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