La ambulancia que trasladó a la duquesa a la Casa de las Dueñas
La ambulancia que trasladó a la duquesa a la Casa de las Dueñas - Raúl DOBLADO

La duquesa de Alba regresa a la Casa de las Dueñas para ser atendida

Doña Cayetana, que había empeorado, no quería seguir hospitalizada

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A pesar de que ayer por la tarde sufrió un empeoramiento en su estado de salud y más allá del pesimismo que reinaba entre su familia y amigos, ayer, pasadas las diez de la noche Cayetana de Alba regresó a la Casa de las Dueñas de donde había salido el domingo para su ingreso hospitalario en la UCI del hospital Sagrado Corazón de Sevilla. Lo hizo por deseo propio y por decisión de su familia. Aquejada de una neumonía y muy debilitada por todos los problemas de salud que arrastra en su casa recibirá los cuidados médicos que necesita. Para tal fin se ha medicalizado su dormitorio, donde se turnarán varias enfermeras y recibirá la visita de sus doctores.

La duquesa fue trasladada en una ambulancia y ahora está acompañada por su marido Alfonso Diez y por algunos de sus hijos.

El duque de Huéscar y el conde de Salvatierra, así como su hija Eugenia, declararon en las puertas del hospital la preocupación que había y sus semblantes ya anunciaban que no había buenas noticias. También en Sevilla se encuentra su hijo Fernando y se espera que hoy lleguen Alfonso y Jacobo. Estuvo consciente en todo momento, aunque más adormilada por la medicación.

A primera hora de la noche de ayer, el estado de salud de la duquesa de Alba (88 años) había sufrido un serio deterioro. Las últimas analíticas mostraban la ineficacia del tratamiento que estaba recibiendo (no le bajaban el número de leucocitos) y su corazón cada vez se mostraba más debilitado.

Con el acuerdo de sus hijos y del equipo médico, y dada la insistencia de la propia duquesa, se decidió que doña Cayetana fuera trasladada a la Casa de las Dueñas para seguir allí su tratamiento. Previamente se había acondicionado su dormitorio con todo el material médico necesario con objeto de que no le faltaran las atenciones que ha recibido en el hospital desde el pasado domingo: oxígeno, goteo, varias enfermeras en diferentes turnos y la medicación prescrita.

Tal y como anunciaron cercanos a la duquesa, los médicos, su marido (Alfonso Diez) e hijos eran conscientes de la necesidad de sacar a Doña Cayetana del ambiente de la UCI, en el que se mostraba ansiosa y deprimida. Todos estaban de acuerdo en que debía recuperar un aceptable estado anímico.

A sus 88 años de edad y con los múltiples achaques que cuenta en su historial médico (ha sido operada de una válvula en la cabeza, tiene párkinson y está extremadamente delgada y frágil), «no se descarta nada», como afirman los médicos. Salvo algún cambio importante, los médicos no remitirán nuevos comunicados.