«En el País Vasco hay adolescentes transexuales que están al límite»
La asociación Chrysallis denuncia que los jóvenes que desean cambiar de sexo se encuentran desprotegidos
Ekai dio por perdida la batalla a los 16 años. Abatido por un constante goteo de pequeños fracasos, el joven, que se encontraba inmerso en un proceso de cambio de sexo, se quitó la vida en su casa de Ondárroa , en Vizcaya. Según explica la asociación Chrysallis, la imposibilidad de cambiar de nombre en el registro y, sobre todo, de obtener el tratamiento hormonal en el hospital, acabaron con las esperanzas del chico, cuyo caso pone de relieve la situación «límite» en la que se encuentran varios adolescentes en el País Vasco.
Beatriz Sever , portavoz de Chrysallis en el territorio, explica a este periódico que Ekai inició el «tránsito» hace dos años. Fue entonces cuando acudió al Hospital de Cruces de Baracaldo para recibir un tratamiento hormonal que, según denuncia, solo suelen conceder a los jóvenes que hayan superado la barrera de los 16 años: « Buscan recovecos cuando la Ley no dice eso –destaca–. Si tienes a un chaval con ansiolíticos que no sale de casa, no esperes a tanto tiempo porque igual no llega».
En este sentido, Sever añade que en la Comunidad Autónoma hay más jóvenes «que están muy al límite» y que corren el peligro de sufrir la misma suerte que Ekai: « Están muy, muy ma l, este no es un caso aislado», subraya la portavoz de Chrysallis, que hace hincapié en que es necesario cambiar la Ley en el País Vasco para que ampare a este tipo de adolescentes y cubra sus necesidades.
«Necesitamos más apoyo», sentencia Sever, que afirma que los jóvenes transexuales «van a vivir como chicas o como chicos independientemente de que les den tratamiento». En esta línea, sostiene que el rechazo de los hospitales «lo único que consigue es crearles más dificultades »: «Hay que sacar mucha energía y mucho carácter para ser adolescente y hacer frente a esta situación», alega.
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