La estatua en honor al «Yiyo», frente a la plaza de Las Ventas
La estatua en honor al «Yiyo», frente a la plaza de Las Ventas - ÁNGEL DE ANTONIO
Análisis

De toros, musas y teatro

Ángel Garrido, presidente del Centro de Asuntos Taurinos, analiza en ABC el nuevo pliego de Las Ventas

Madrid Actualizado: Guardar
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El pasado viernes se publicó el pliego de condiciones que regirá el concurso público para la gestión de la Plaza de las Ventas los próximos años. El pliego supone una apertura sin precedentes a la posibilidad de presentación de empresas del sector y configura una objetivación de los criterios de valoración como ninguno ha tenido hasta la fecha.

Del conjunto de las opiniones vertidas sobre el mismo, se deduce un reconocimiento de la evidente mayor transparencia y apertura del concurso, unido a un cierto reproche de escasa liberalización y excesiva carga económica sobre el empresario.

Resalto que se trata de un concurso público, en el que la premisa es gestionar con eficacia el dinero de todos los ciudadanos y aclaro que el Gobierno del Partido Popular apuesta, en solitario, por defender la tauromaquia, en un espacio político en el que la oposición configurada por PSOE, Podemos y Ciudadanos, se unió y votó en bloque la eliminación de la partida que el gobierno de Cristina Cifuentes había destinado a la tauromaquia.

Así pues, con los toros nos encontramos también en la necesidad de pasar de las musas al teatro. Las musas pueden sugerirnos que no se cierre la posibilidad de presentación a ninguna empresa, pero en el teatro de la contratación pública se exige una mínima solvencia empresarial para poder gestionar la plaza de toros más importante del mundo. Las musas pueden soplarnos al oído que el soporte económico de la Escuela de Tauromaquia recaiga en la Administración, pero el teatro político nos explica que si lo hacemos, el «tripartito» de oposición eliminará la partida presupuestaria y dejará a los chavales de la escuela en la calle.

Las musas pueden inspirarnos las bondades de la liberalización, pero nuestra responsabilidad social nos obliga a pensar en los muchos ciudadanos que sólo pueden pagarse una entrada y a los a que hay que garantizar un precio asequible en los difíciles tiempos que vivimos.

Y así, pasando de las musas al teatro, la Comunidad de Madrid ha configurado un nuevo pliego, mucho más transparente, abierto y objetivo; que da solución al problema de la Escuela de Tauromaquia; que garantiza que los madrileños no gasten un sólo euro y que además tengan los precios más competitivos de España. Conseguir esto en un escenario tan complejo, creo que puede satisfacer hasta a la musa más exigente.

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