Las persecuciones al volante más peligrosas de Madrid

Hace unos días, la Policía Municipal de Madrid detuvo al conductor de un vehículo robado tras una peligrosa persecución por los túneles de la M-30. Los agentes advirtieron la conducción anómala del coche, y, cuando la patrulla le dio el alto con señales luminosas y acústicas, el temerario aceleró bruscamente –hasta llegar a unos 170 kilómetros por hora– para tratar de darse a la fuga.

Este comportamiento es el mismo que han adoptado otros conductores que han protagonizado escenas de riesgo al volante. En abril de 2012, un famoso «alunicero» –llamados así a quienes se dedican a romper lunas de comercios para robar en ellos–, apodado «El Niño Juan», mantuvo durante cuatro horas a coches de policía en carreteras de la capital; transitó por la M-30, A-3, M-45 y A-2 a toda velocidad.

Incluso fue necesario la ayuda de un helicóptero para controlar desde el aire:

En 2008, tras una espectacular persecución por las calles de Madrid, especialmente en el tramo de la M-30, a los siete miembros de una banda organizada, todos ellos mayores de edad, como presuntos autores de un total de 64 delitos cometidos:

En 2014, no fue un coche el que se dio a la fuga, sino un camión que había sido sustraído con más de 100.000 euros en mercancía. Los dos ocupantes asaltaron al conductor y al acompañante del camión, a quienes intimidaron con una pistola y una barra de hierro para hacerse con el vehículo y huir con el botín por la M-40. Después de una hora de persecución por las circunvalaciones de la capital, el camión volcó al realizar una maniobra brusca en la A-4:

En algunas ocasiones –la mayoría– la cacería termina con la detención de los fugitivos, sin tener que lamentar heridos a su paso. Sin embargo, en los peores casos, estos provocan accidentes, como este vídeo de 2007, en el que un motorista que intenta escapar de los agentes se choca de frente contra un coche en uno de los túneles de Madrid: