Miró y su magnetismo por lo común

Existe una simbiosis exclusiva entre Joan Miró (Barcelona, 1893) y el objeto, entendido este último como un término absoluto. Acaso porque nadie salvo el artista encontró en una simple piedra o un hierro, halladas por casualidad, la «chispa» necesaria para convertirlos en arte. La muestra «Miró y el objeto» (hasta el próximo 22 de mayo en CaixaForum Madrid) bucea en este concepto y desarrolla la influencia de una relación que él mismo definió como «magnética» y que marcó su evolución de la pintura a la escultura.

La exposición, organizada por la Obra Social «la Caixa» y la Fundación Joan Miró, bajo el comisionado de William Jeffett (jefe de exposiciones del Salvador Dalí Museum de Saint Petersburg), exhibe creaciones inéditas en España y claves en la obra de Miró.

La muestra, que contiene más de un centenar de ejemplares entre pinturas, cerámicas y esculturas, es un recorrido por los seis ámbitos que sintetizan la trayectoria del autor catalán. «Un mundo de objetos» se centra en la infinidad de cachivaches de todo tipo recogidos y ensamblados como adornos en su taller; fuente inagotable de inspiración. El segundo, «El asesinato de la pintura», entendido como una metáfora de su inalterable sentimiento de transgresión hacia las reglas y concepciones generales de la pintura. «Siento un asco profundo; solo me interesa el espíritu puro y no utilizo los instrumentos usuales de los pintores si no es para ser preciso en los golpes que doy», dijo en 1931.

En el ecuador de esta suerte de viaje también se incluye, como tercer término, «Del Collage a la escultura». Trata de cómo Miró innova en sus pinturas con materiales no pictóricos que lo llevarán, inevitablemente, a la cerámica y la escultura. La exposición indaga en estos campos gracias a la interpretación de Jeffet, que también ha previsto la presencia de vídeos y fotografías.

Escultura y antipintura

La obra de Joan Miró derivó a la escultura como si quisiera aportar vida a las combinaciones que firmó. Así, «Cerámicas y primeras esculturas» atiende a sus creaciones de la década de los 40 y 50; esta vez con materiales más propios, como el hierro o la cerámica. «Escultura en bronce» es la evolución de un trabajo característico que, contradictoriamente, lo devolvió a la pintura y el collage; turno para «Antipintura y Grand Palais», referente de la última etapa de su vida.

Datos útiles: CaixaForum (Paseo del Prado, 36). Hasta el 22 de mayo, de lunes a domingo de 10 a 20 horas. Gratis para clientes de LaCaixa y menores de 16 años. Público general: 4 euros