Las «maniobras» del «Rambo» que atemorizaron la Plaza de España

Una mujer armada y disfrazada de «Rambo» desató la alarma el pasado jueves en la Plaza de España, en plena alerta 4 por amenaza terrorista y a poco más de una semana de los atentados de Bruselas (Bélgica). Los perplejos viandantes no daban crédito a la escena que veían: la joven reptaba por la acera con un fusil en la mano, se levantaba sin soltar el rifle y se encaminaba hacia una zona ajardinada seguida por decenas de ojos, como se observa en el video de @yjacomino. Vestía un pantalón de camuflaje, una sudadera negra y un pañuelo rosa en la cabeza, tal y como adelantó ayer Vozpópuli.

Todo ocurrió a las 21.30 horas, según confirmó una portavoz del Ayuntamiento de Madrid a ABC.

Los hechos causaron la lógica preocupación a las decenas de personas que contemplaron lo ocurrido. «¿Es una perturbada? ¿De qué va esto? ¿Disparará?», se interrogaban. Por ello, varios transeúntes, alarmados, no dudaron en avisar a la Policía Municipal.

Escena de una película de Stallone

La mujer explicó a los agentes que era una guardia civil que realizaba, junto a otros dos compañeros vestidos de bailarinas situados en las inmediaciones –imitando una escena de una de las películas de Sylvester Stallone–, un ejercicio para una unidad de investigación y que el rifle, de pequeño tamaño, era de juguete. Todas las maniobras estaban siendo supervisadas por un capitán, a cierta distancia, que se acercó y corroboró la versión de la funcionaria, ante del despliegue policial de coches patrulla y motos, junto a la expectación de los viandantes.

Desde la Dirección General de la Guardia Civil explicaron que esas pruebas se realizan durante el periodo de formación para determinados grupos operativos con el fin de que los agentes se enfrenten a distintas situaciones. Se llevan a cabo tanto en lugares céntricos y muy concurridos o solitarios, de forma aleatoria y en varias ciudades, en función del propósito que se persiga, se limitaron a precisar.

En este caso concreto, era una práctica «para perder la vergüenza», que para algunos testigos, rozó el ridículo y provocó temor. En estas pruebas «cada uno elige el atuendo», informa Ep. En otras ocasiones, se realizan ejercicios para enfrentarse al miedo y se adoptan distintos roles o personajes.

Aunque el Instituto Armado no informó al ayuntamiento de estas «maniobras», la Policía Municipal, conocedora de ellas, una vez que se enteró de las mismas, las notificó siguiendo el protocolo habitual, precisaron fuentes municipales.

«El arma era simulada y mucho más pequeña de lo habitual, algo que se apreciaba a simple vista. La situación era cómica, irreal, por lo que no había razón para la alarma», indicaron, sin embargo, desde la Benemérita. Con todo, los testigos se llevaron un buen susto.