La presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar Cancela, durante una comparecencia ante los medios
La presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar Cancela, durante una comparecencia ante los medios - EFE

Los voces críticas del PSdeG cocinan una nueva gestora

Pilar Cancela se refugia en el despacho del secretario general y en su escaño del Congreso

Santiago Actualizado: Guardar
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El tiempo se agota y las voces críticas del PSdeG urgen a Pilar Cancela a dejar la presidencia de la gestora para dar paso a una «nueva dirección, más integradora y representativa de todas las sensibilidades del partido». Sin embargo, las sucesivas proclamas de notables y militantes anónimos parecen caer en saco roto. La líder provisional del partido resiste y no tiene intención de mover ficha. La intención de la «masa crítica» es intensificar la presión para propiciar la caída de una dirección «nacida de parte y que ha quedado deslegitimada por los malos resultados electorales y por el vaciado de competencias».

Pilar Cancela se refugia en el despacho del secretario general del PSdeG y en su escaño del Congreso.

La presidenta de la gestora no ha dado ningún paso en las últimas semanas que anticipen una renuncia a su puesto de presidenta de la dirección gestora del PSdeG-PSOE. Ni tan siquiera compareció el pasado 19 de octubre cuando mediante un comunicado se anunció que la dirección federal socialista vaciaba de competencias al equipo directivo de O Pino. La líder provisional respondió a través de una nota y reprodujo el guión anunciado de solicitar una entrevista con Javier Fernández para confirmar el itinerario que debía seguir la federación gallega.

La actitud de Cancela, fervorosa defensora de Pedro Sánchez, provoca inquietud y malestar en un «sector creciente de la militancia socialista», aseguran distintos afiliados a ABC. Incluso los del «no a Rajoy» le reprochan su decisión de amotinarse en O Pino «simplemente por el hecho de resistir». También los «notables» se soliviantan al comprobar que la dureza de las declaraciones como las de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, no causan efecto.

La comunión de los críticos

La puesta en común de la situación del PSdeG fue analizada el pasado miércoles en Santiago. Según pudo confirmar ABC, asistieron representantes de las cuatro provincias y todos coincidieron en señalar que «la dirección del proyecto político en manos de Cancela no va a ninguna parte». Varios participantes en el encuentro confesaron a este diario que «no hay plan ni a largo ni a corto plazo y así no podemos seguir porque tenemos que construir una alternativa al PP en Galicia». Y la conclusión en la que se reiteraron es que «es necesario dar forma a una nueva dirección política representativa de todo el partido, compuesta por dirigentes de ayer y de hoy en la que nuestros afiliados se reconozcan para poder trasladar el mensaje y el proyecto a todas la agrupaciones y por extensión a todo el país». Otro de los participantes señaló a este periódico: «La gestora tiene que ser el reflejo del poder orgánico e institucional del PSOE».

No hay fechas concretas, pero todos los consultados recurren a adverbios para urgir el cambio en la dirección del PSdeG. Algunos incluso confían en la propia reflexión de Cancela que «debería conducirla a decir me voy porque no estoy preparada para llevar al partido a un congreso de unificación». Es más, más de un interviniente la responsabilizó de «boicotear el proceso de unidad emprendido por Abel Caballero desde Vigo meses antes de las elecciones autónomicas».

Los contactos entre los dirigentes «rebeldes» se multiplican: «No es necesario revelar que solo somos los partidarios de Méndez Romeu porque cada vez somos más los que formamos parte de un proyecto». También consideran «infantil» dar cuenta de los encuentros informales como «la reunión de un grupo de conspiradores porque ahí están las declaraciones de Carmela Silva o de María Quintas que no pueden hablar más claro».

La situación del PSdeG también preocupa en Madrid. Los mensajes se transmiten de forma constante tanto al presidente de la gestora, Javier Fernández, y a la misma presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que «tiene varias patas en Galicia». No obstante, «la lideresa debe saber quién dio la cara por ella en el Comité Federal».

El contacto «permanente» de Caballero y la dirección del PSOE cuenta con el refuerzo de Laura Seara en la planta quinta de Ferraz o la interlocución del exministro José Blanco.

Por otra parte, la situación política española también condiciona la propia marcha del PSdeG. Algunos de los militantes disconformes con Gómez Besteiro y Cancela están contrariados por la abstención socialista durante la investidura de Rajoy. «Tenemos que tranquilizar a los nuestros, no entienden el sentido de nuestro voto y quieren un proyecto distinto al que hay». Se da la paradoja de que incluso alguno de los críticos reconocidos llegó a bromear con la decisión del PSOE: «¿Cómo habéis visto a nuestro candidato?», en referencia a Rajoy lo que provocó «risas generalizadas» y el razonamiento de que «no se podía hacer otra cosa».

El guión está escrito, solo falta saber si se cumple. La intención de Cancela, reiterada en dos ruedas de prensa, es «cumplir con el mandato para el que hemos sido elegidos» y esperar a mantener el encuentro con el presidente Javier Fernández.

Las incógnitas sobre el futuro inmediato del PSdeG cada vez son menos. Aunque «el partido no se toma por asalto», una gran mayoría de los consultados por ABC sostienen que «chegou o momento» de reorientar la dirección gallega.

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