Juan Soto - EL GARABATO DEL TORREÓN

Don Primitivo, docto y singular

En don Primitivo, como en tantas otras personalidades difícilmente encasillables, lo categórico fue engullido por lo anecdótico

En este 2017 vinieron a coincidir en las efemérides luguesas los 175 años de la creación del Instituto Superior de Segunda Enseñanza (el actual Lucus Augusti) y los 70 del fallecimiento del que fuera uno de los profesores más sabios y peculiares de cuantos formaron parte de los sucesivos claustros . Hablamos de don Primitivo Rodríguez Sanjurjo.

En don Primitivo, como en tantas otras personalidades difícilmente encasillables, lo categórico fue engullido por lo anecdótico. Era ourensano de nación, de la cosecha de 1880, es decir, un poco mayor que don Vicente Risco. A don Ramón Otero le sacaba ocho años . Había estudiado Derecho en Salamanca y Filosofía y Letras en Madrid, donde se hizo amigo de Rubén Darío, por entonces ya con el hígado muy castigado, y dilapidó excentricidades y erudiciones con dos comprovincianos hoy también arrinconados por la ingratitud de la memoria: Xavier Bóveda (está reciente la infructuosa tentativa de recuperación a cargo del Consello da Cultura) y Antonio Rey Soto, «el curita aventurero», que dice el malalengua de Cansinos.

Entre los un tanto exóticos poemas de Las mesetas ideales y las un algo delirantes Escenas de gigantomaquia (es de ver la llegada de los dioses olímpicos a la catedral de Santiago), don Primitivo incrusta la puesta en marcha de una revista teosófica, afina sus estudios sobre futurología (predijo el largo y feliz matrimonio de Filgueira Valverde con María Teresa), pasa un quinquenio largo en Nueva York y casa con doña Raquel, hija de don Francisco Salgado López-Quiroga, ilustre hijo de Monterroso. En Lugo llega a principios de 1935, para impartir clases en el instituto de bachillerato . En los años de la guerra no elude (más por fuerza que de grado) ciertos compromisos propios de la situación y el clima social, así una conferencia sobre «El Imperio Español» impartida en el improvisado Hogar del Herido. En 1942, cuando la Real Academia Gallega inicia su reconstrucción bajo la presidencia de don Manuel Casás, don Primitivo es designado pa ra ocupar un sillón de numerario. Su salud se encuentra ya muy deteriorada.

Falleció don Primitivo el 20 de diciembre de hace ahora 70 años. Cumpliendo su deseo, en la esquela consta la prosapia de su linaje: Primitivo Rodríguez Sanjurjo y Aguilar-Osorio. Recibió sepultura en el cementerio de San Froilán. Y allí reposó hasta la clausura del camposanto, a mediados de los años cincuenta. Fue entonces cuando la familia decidió trasladar sus restos mortales a la necrópolis ourensana de San Francisco.

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