El joven fallecido en la dársena pudo caer al agua por accidente

Cuatro días después de que se denunciase su desaparición, el joven de Mesía que faltaba de su casa desde el pasado viernes fue hallado a media mañana de ayer en la dársena de La Coruña. Su cuerpo estaba sumergido en el agua y no presentaba aparentes signos de violencia por lo que, a falta del examen forense, todo apunta a que José Manuel Rodríguez, de 27 años, pudo caer al agua por accidente. Junto al cadáver, que fue rescatado por un equipo de buzos de la Guardia Civil, los efectivos encontraron la cartera con la documentación del desaparecido, que esa noche había salido de fiesta con unos amigos. Fue precisamente el testimonio de sus acompañantes, que dijeron haberlo visto por última vez en las inmediaciones de la discoteca Pelícano, el que puso a los agentes sobre la pista.

El visionado de las cámaras de seguridad de los locales de la zona apoyó esta hipótesis de trabajo, que abrió el camino para que la unidad especial que se hizo cargo del caso el lunes acometiese el rastreo acuático de la dársena.

Familiares del desaparecido, natural de la parroquia de Visantoña, se trasladaron ayer al lugar para identificar el cuerpo, que fue recuperado en aguas próximas a la zona del Palacio de Congresos y Exposiciones de La Coruña. Al margen de la autopsia, también está previsto realizar una identificación del joven a través de sus huellas digitales. Desde el lugar del suceso, el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, apuntó que todos los indicios con los que la Guardia Civil trabajaba señalaban a la dársena. Sobre la posibilidad de que el joven hubiese tenido un altercado con alguna persona antes de precipitarse al mar, Villanueva aseguró que «no hay nada previo que indique otra cosa que no sea un accidente».

La búsqueda de José Manuel Rodríguez en el agua se activó el lunes, aunque en un primer rastreo los buzos no dieron con el cuerpo. Estas labores se retomaron ayer porque las entrevistas realizadas a los testigos seguían apuntando a esta zona. La última vez que se vio al joven fue en el entorno de las 5 de la madrugada del viernes, en el exterior de la discoteca en la que estaba con un amigo. Una hora y media más tarde, el móvil del fallecido dejó de estar operativo, lo que alertó a su familia, que no tardó en interponer la denuncia e iniciar una búsqueda que se extendió a toda la Comunidad.