La diferencia salarial entre sexos alcanza los 4.708 euros anuales

Cada día 30 de septiembre una trabajadora gallega podría retirarse a casa con la certeza de que, hasta el final de año, no cobraría un solo euro por su jornada laboral. Esta circunstancia se explica solo si se tiene en cuenta que la diferencia de salarios entre el hombre y la mujer sigue siendo abismal. Concretamente, de 4.708 euros (21%), en el caso de Galicia. Un informe elaborado por la UGT, a partir de los datos de la Encuesta anual de salarios, compone una fotografía estadística en la que las mujeres deben trabajar 66 días más que un varón si quieren percibir la misma nómina a final de mes.

Con motivo del próximo Día Internacional de la igualdad salarial, que se celebra el 22 de febrero, el sindicato alerta de que «todavía queda mucho por hacer».

Lo hacen amparándose en la exigua reducción de la brecha retributiva desde el 2010 (-0,9%) o en que, durante el año 2014, las trabajadoras gallegas dejaron de recibir 2.229,3 millones respecto al hombre. Hoy en día, cobran una minuta equivalente a la que ellos ingresaban hace nada menos que trece años. Las empleadas de la Comunidad se sitúan, además, a la cola respecto respecto a las del resto de territorios. Las gallegas están un 10% peor retribuidas, en comparación con el resto de trabajadoras españolas. Es la séptima autonomía con los salarios más deprimidos. Una mujer contratada en el País Vasco cobra un 25,1% más que una de Galicia. La diferencia cae dos puntos si la comparación se hace con Madrid.

Perfiles

A mayor preparación, menor es la brecha. Si hablamos de empleados con estudios universitarios la diferencia entre géneros alcanza el 19%, seis puntos menos que la media de todos las escalas formativas (25%). Aún así, del informe se extrae que una mujer necesita contar con una diplomatura o similar para percibir los 18.400 euros anuales que un hombre gana solo con estudios primarios.

En el ámbito de las pensiones, ocho de cada diez perceptores de pagas no contributivas son mujeres. Y la cuantía media no llega a los 354 euros. La diferencia del 38,1% se traduce, por ejemplo, en que una gallega necesita contribuir a la caja de la Seguridad Social diez años más que un jubilado para tener derecho a la misma pensión.

Una mayor fiscalización de las empresas y reforzar el control sobre los complementos salariales serían, para la UGT, dos alternativas para avanzar hacia la «discriminación cero» en materia laboral. A mayores, la central sindical propone crear un registro donde se vuelquen las tablas salariales para pymes con más de 25 empleados. De este modo, se facilita que las autoridades laborales puedan sancionar a las compañías que violen la normativa vigente.