LAS MIL GALICIAS | LA TIERRA QUE EMPRENDE (I)

El bocado de siempre, como nunca

Después de recorrer a lo largo de febrero la Galicia que envejece en los ojos de la centenaria Modesta, en los oficios que mueren con Avelino, en las iniciativas para intentar repoblar el rural con Candela y los suyos o en el testimonio de los Rodríguez Magallanes, familia numerosa a contracorriente, ABC abre una ventana hacia otra realidad de la Galicia actual: la que desafía a la crisis y alcanza el éxito gracias a su capacidad emprendedora. De la gastronomía a la tecnología, el textil o la industria, en marzo relataremos las hazañas de los gallegos que un día dijeron «e se chove, que chova»

Santiago Actualizado: Guardar
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Por convencimiento o necesidad, son muchos los gallegos que en los últimos años han decidido establecer sus propios negocios a lo largo de la crisis económica cuyos peores momentos parecen haber quedado atrás. Para algunos el autoempleo ha sido la única opción ante las incertezas del mercado laboral, pero otros han visto en esta modalidad la ocasión perfecta para alcanzar el éxito en aquellos campos que siempre habían deseado. Uno de esos ámbitos es la gastronomía, que desde hace un tiempo alza la voz en la Comunidad para reivindicar la calidad más allá del sambenito de la cantidad y los precios tirados, en pro del cuidado hacia una materia prima que todavía tiene mucho que decir.

Al margen de las Estrellas Michelin surgen restaurantes como el compostelano Abastos 2.0, imprescindible de cocina en la capital gallega de la mano de Marcos Cerqueiro y Iago Pazos.

En la tradición vitivinícola, entre vinos y licores, despunta desde Padrón el vermú St. Petroni de Vermutería de Galicia cuyos secretos relata Cristina Codesido. Entre las conservas, sobresale desde Ortigueira, en las Rías Altas, Mar de Ardora, con Sergio Baamonde.

Cristina Codesido, gerente de Vermutería de Galicia, con Vermú St. Petroni
Cristina Codesido, gerente de Vermutería de Galicia, con Vermú St. Petroni - M. Muñiz

Cristina Codesido Vermú St. Petroni

«En solo dos años llegamos a mercados de casi doce países»

La expansión del vermú St. Petroni se parece bastante a un terremoto. Así lo explica Cristina Codesido, gerente de esta bebida de Vermutería de Galicia que en solo dos años ha logrado colarse en casi una docena de países de todo el mundo. «Fuimos profetas en nuestra tierra. En 2014, desde Padrón, el epicentro fue en Galicia y el movimiento sísmico fue tan intenso que llegamos al resto de España muy fuerte. En menos de un año teníamos casi cerrada la comercialización a nivel nacional. Estamos en mercados gourmets y cadenas de difícil acceso para productos nuevos», cuenta. Hoy, menos de dos años después, han cruzado fronteras hasta Bélgica, Italia, Holanda Reino Unido, Portugal, Rusia y en estos momentos se está cerrando Estados Unidos, Puerto Rico, Colombia, Japón y China.

Codesido basa la clave del éxito en varios aspectos. Por un lado, haber sabido ver la necesidad de reivindicar el vermú con lo mejor de la tradición del mundo del vino y del destilado, en la que su familia atesora una larga trayectoria. Sirva como ejemplo que su suegro fue el enólogo de Ruavieja. Parte de la idea de que «todo está inventado», pero que es necesario «adaptar al mercado actual materias primas que están ahí y que nos enseñaron nuestros antepasados».

En su caso, con una defensa vehemente de la tierra, apuestan por albariño de la D.O. Rías Baixas para potenciar el vermú. «Hasta que irrumpimos, no se hacía fuerza en la base vínica porque la ley es muy permisiva». Para su elaboración emplean lías, levaduras que, como «las abuelas, cocinan poco a poco. Así conseguimos una base con mucho cuerpo». También se decantaron por «la mejor parte del destilado». Con un embotellado manual, el resultado es un «vermú fresco para cualquier hora del día».

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