Imagen de la exposición
Imagen de la exposición - MIKEL PONCE
CULTURA

Un homenaje al Sorolla de lápiz y carboncillo

Una exposición en el Centro del Carmen contrapone importantes óleos del artista con sus trabajos preparatorios

VALENCIA Actualizado: Guardar
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A la hora de estudiar a ciertos pintores, los dibujos preparatorios suelen quedar eclipsados por la grandiosidad de los óleos. El caso de Sorolla no es diferente, a pesar de la recurrencia con la que museos e instituciones revisan una y otra vez la producción del artista valenciano. Ayer se inauguró en el Museo del Centro del Carmen una exposición que pone en valor los bocetos y “notas de color” como medio esencial para conocer el proceso creativo de Sorolla.

La comisaria Consuelo Luca de Tena, directora del Museo Sorolla, ha sido la encargada de seleccionar las 123 piezas que componen esta muestra, que cuenta con la colaboración de la Obra Social La Caixa y el Consorcio de Museos de la Generalitat.

Lejos de ser un mero soporte, los dibujos de trazo ágil y despreocupado que Sorolla realizaba al aire libre son un valioso testimonio de las inquietudes estéticas y los retos técnicos que se proponía. Son, por tanto, obras con personalidad propia, y así se las concibe en esta exposición, que abarca todas las etapas del pintor.

Imagen de la muestra expuesta en el Centro del Carmen
Imagen de la muestra expuesta en el Centro del Carmen - MIKEL PONCE

El título “Sorolla. Apuntes en la arena” hace referencia al paisaje y el contexto que mejor manejó el artista. Ya desde sus primeros trabajos en la última década del siglo XIX, el mar, los barcos, las redes y los pescadores tomaron protagonismo absoluto en la iconografía del “pintor de la luz”. La muestra da cuenta de esta etapa contraponiendo lienzos con estudios compositivos, como el de “El pícaro en la playa” (1891). Las velas -símbolo de espíritu- en contraste con la fuerza animal de los bueyes o de los pescadores, fueron otro de los recursos temáticos en los que Sorolla se apoyó para evolucionar, como puede apreciarse en los bocetos para el lienzo “La llegada de las barcas. Jávea” (1903-1905).

Figura femenina

Las mujeres y los niños fueron sin duda grandes fuentes de inspiración para Sorolla. En el caso de las obras de pescadoras, a las que el pintor retrataba con rapidez y trato veloz, los espectadores del momento quedaron asombrados por la profundidad psicológica de los rostros y la capacidad del artista para captar instantes únicos, de expectación o recogimiento. En el caso de las mujeres de las playas cántabras, la representación de la figura femenina cambia, y se muestra más codificada y contenida, adaptada al esplendor de la burguesía de la Belle Époque. Este don para penetrar en la dimensión anímica y el dinamismo de los personajes, así como la misma composición de los lienzos, venía precedido de abocetamientos y pruebas de color que hoy podemos rastrear.

Por todo ello, esta muestra, que podrá visitarse hasta el 29 de mayo, supone un paso definitivo en la comprensión de la obra de uno de los pintores más revalorizados del mundo.

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