EldaDetenido un hombre por realizar 13.500 llamadas con gemidos y jadeos sexuales a mujeres, dos de ellas menores

Las denuncias de una joven menor de edad que llegó a recibir más de 400 llamadas de contenido sexual en tan solo dos semanas alertó a la Policía Nacional de un delito conocido como «stalking». Los agentes han detenido en Elda (Alicante) a un hombre de 44 años por presuntamente realizar hasta 13.500 llamadas de carácter sexual a mujeres de toda España, dos de ellas menores de edad. El sospechoso realizaba gemidos y jadeos, llamaba a horas imprevistas y trató de «dificultar la investigación» al utilizar una línea telefónica a nombre de una persona fallecida, según ha informado la Jefatura Superior en un comunicado.

El arresto se produjo el pasado lunes 30 de enero y la investigación se inició en julio del año pasado, a raíz de una denuncia por parte de una de las víctimas menores de edad que recibió "más de 400 llamadas en tal solo dos semanas" y en las que "solo escuchaba gemidos y jadeos de carácter sexual".

Tras las pesquisas, los agentes identificaron al sospechoso y comprobaron que había llegado a realizar más de 13.500 llamadas en tan solo 100 días, y que utilizó su propio teléfono en 426 ocasiones en una misma jornada.

A altas horas de la madrugada

El contenido de la mayoría de las llamadas era generalmente de jadeos y gemidos de carácter sexual, y las realizaba a altas horas de la madrugada, con lo que "afectaba gravemente" la vida personal y profesional de las víctimas. Entre ellas, generalmente mujeres de todo el ámbito nacional, se encontraban dos menores de edad, según las mismas fuentes.

Después de declarar en dependencias policiales, el detenido, de origen español, fue puesto a disposición del Juzgado Cuatro de Elda. La operación ha sido coordinada por agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría Local de Elda.

Este delito conocido como 'stalking' se encuentra regulado en el Código Penal y hace referencia a conductas reiteradas a través de las que se menoscaba gravemente la libertad y seguridad de la víctima, a la que se le somete por ello a vigilancias, llamadas reiteradas u otros actos continuos de hostigamiento.