Helena Guardans, presidenta de Sellbytel
Helena Guardans, presidenta de Sellbytel - ABC

El «call center» de Sellbytel emplea a 3.200 personas, el 85% extranjeras, gracias al atractivo de Barcelona

La directora de la firma, Helena Guardans, reclama que se cuide la imagen internacional de la ciudad «porque es muy fácil estropearla»

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Sellbytel, firma alemana integrada en la estadounidense BBDO, ha apostado por Barcelona para instalar su principal “hub” para abastecer a los clientes europeos de multinacionales como Cisco, HP, Google, Twitter, Swarovski, Mondelez (antes Kraft Foods), BBVA, y las compañías de moda Inditex, Desigual y Mango. Sellbytel emplea a 3.200 personas y solo el 15% de la plantilla es española, puesto que el servicio a los clientes y las ventas telefónicas las realizan nativos de cada idioma que atienden.

La directora general de esta multinacional, Helena Guardans, nieta del político catalán del siglo pasado Francesc Cambó, reconoce que Barcelona le ha ganado la batalla de la competencia entre ciudades a Dublin, Berlín o Amsterdam, ya que el atractivo de la capital catalana facilita que jóvenes licenciados de todo el mundo se tomen un año sabático en la Ciudad Condal y, de paso, se ganen unos 18.000 euros de media anual.

La rotación de esta compañía que el año pasado facturó 110 millones de euros, un 20% más que en 2014, es muy alta, con una media de estancia en la empresa de 18 meses.

La compañía recluta trabajadores mediante redes sociales y páginas webs especializadas y les ofrece formación. A cambio, exige el dominio del inglés, que es el idioma vehicular de la compañía, más el propio nativo. Se da la circunstancia de que también trabajan como “call center” para Japón en el servicio nocturno del país del sol naciente, cuando aquí es de día.

También desde Barcelona se sirven a clientes de Corea. Desde el año pasado, desarrollan un programa piloto de teletrabajo entre alemanes afincados en Mallorca, ya que Guardans reconoce que es muy difícil reclutar alemanes nativos, dado el escaso nivel de paro. Por eso han optado por contratar a un centenar de alemanes que trabajan desde sus casas en la isla balear.

Sin citar a las políticas de la alcaldesa Ada Colau, la directivaha alertado que el prestigio de Barcelona, granjeado durante el esfuerzo y el trabajo de muchos anteriormente, “puede perderse rápidamente”.

Ver los comentarios