Miquel Porta Perales - El oasis catalán

Vasallaje

La sociedad secesionista catalana cumple los requisitos de la pirámide feudal

uizá la mejor forma de visualizar la sociedad secesionista –porque, esa sociedad existe– sea la pirámide. En concreto, la pirámide con la que suele representarse la sociedad feudal. Seguro que muchos de ustedes recuerdan aquella pirámide de los libros de texto escolares: en el vértice, el monarca; después, la nobleza y el clero; finalmente, en la base, los siervos y campesinos. Dicha pirámide distingue dos estamentos: los privilegiados (monarca, nobleza y clero) y los no privilegiados (siervos y campesinos). Y existe una relación o vínculo de dependencia y fidelidad que los de abajo mantienen con los de arriba: el vasallaje.

La sociedad secesionista catalana cumple los requisitos de la pirámide feudal: en el vértice, Carles Puigdemont el Legítimo; después, los políticos secesionistas y la intelectualidad orgánica y mediática secesionista; finalmente, en la base, la fiel infantería que se manifiesta y moviliza por la causa. Como no podía ser de otra manera, en la pirámide secesionista existe también una relación de vasallaje. Por ejemplo: ERC –contra sus intereses inmediatos: a fin de cuentas un vasallo es un vasallo– satisface los deseos y estrategias del Legítimo cuando pretende investir a un candidato inviable, o cuando anuncia una querella también inviable contra un juez del Tribunal Supremo, o cuando dice que está dispuesta a «·todo» por la independencia, o cuando tensa la situación para desacreditar al Estado y victimizarse todavía más. ¿Que todo ello puede llevar a unos comicios avanzados que beneficiarían a JpC en detrimento de la propia ERC? El vasallaje sigue ahí y los republicanos –amilanados y miedosos– son incapaces de rebelarse contra el Legítimo.

Étienne de La Boétie, en su «Discurso de la servidumbre voluntaria» (1548), también llamado «Contra uno», afirma que «los tiranos, cuanto más pillan, más exigen» y prosigue que «si no se les da nada, si no se les obedece en absoluto» se «quedan desnudos y derrotados y no son más nada». Hay que releer a los clásicos.

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