El montaje respeta el guión de la taquillera película de los noventa
El montaje respeta el guión de la taquillera película de los noventa - FOTOS: F. HERAS
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Sister Act: la revolucionaria monja llena de «energía» el Teatro Calderón de Valladolid

El montaje musical, nacido en Broadway, permanecerá en la capital vallisoletana hasta el 20 de diciembre

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A comienzos de los noventa una comedia americana revolucionaba el género musical de la mano de la actriz afroamericana Whoopi Golberg. Sister Act se convertía en una de las películas más taquilleras de 1992 y su protagonista, en una «superestrella» -fue nominada por este papel a un Globo de Oro-. Casi dos décadas más tarde, el personaje de Deloris -la joven aspirante a cantante que se oculta en un convento tras presenciar un asesinato en un callejón abandonado- volvía a cobrar vida cuando Joop van den Ende, el fundador de Stage Entertainment, ofrecía a Whoopi Golberg la coproducción de un musical inspirado en la taquillera película. Así, con la bendición de Broadway, la revolucionaria parroquia de la Virgen de los Ángeles ya se ha instalado en los escenarios de una docena de países, y desde ayer y hasta el próximo 20 de diciembre lo hará en el Teatro Calderón de Valladolid.

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Más de mil piezas de vestuario, 35 cambios de escenografía y hasta un centenar de personas implicadas -entre actores, montadores y técnicos- son los números de este montaje que ha sido definido como «una auténtica explosión de energía». Así se referió a él el regidor del espectáculo, Gonzalo Lisiardi. «Es una función muy emotiva y divertida, y a la vez muy energética», señaló, esperando contagiar de esta «fuerza extra» a los espectadores que acudan a ver el espectáculo en Valladolid.

Como un montaje clásico

Parece que el montaje reúne todos los condicionantes para que esto ocurra. Entre ellos, la cercanía entre el público y los actores. Para conseguirlo, se ha optado por instalar la orquesta justo debajo del escenario y no en el foso como en otros musicales. Sin embargo, pese a esta diferencia, el montaje sigue los parámetros de las obras más clásicas, entre ellas la mecánica escénica, con hasta 30 telares, algunos con más de 500 kilos de peso, que se van superponiendo para crear las distintas escenografías. «Valladolid acogerá el espectáculo tal y como se ha visto en todas las ciudades del mundo», insistió Gonzalo Lisardi, recordando que la «política» de la empresa es actuar sólo en aquellos teatros que reúnan las condiciones.

De estética setentera, el musical respeta el guión de la taquillera película y cuenta con la partitura original del oscarizado Alan Menken inspirada en géneros como el motown, el soul o el funk. La música, pero también el vestuario, que va cogiendo «color y brillo» según avanza la trama, ayudarán a «revolucionar» el escenario -mejor dicho, el convento-, que terminará en una gran fiesta.

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