Herrera, el único presidente que se ha sentado en las seis citas de la cumbre autonómica

Firme defensor del modelo autonómico, un sistema de «éxito», como lo ha calificado en numerosas ocasiones, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, será el único dirigente que se siente por sexta vez en torno a la mesa de la Conferencia de Presidentes. Un sistema «válido» que valoró desde el principio quien también defiende con ahínco -de palabra y hechos con números acuerdos rubricados con otras autonomías- la cooperación y colaboración entre comunidades en busca de sinergias que beneficien a los ciudadanos. Una fórmula inaugurada bajo la presidencia del socialista José Luis Rodríguez Zapatero para reunir en torno a la misma mesa a Gobierno central y autonomías para abordar las cuestiones en común, aunque no siempre con resultados satisfactorios para los intereses defendidos por Herrera en los cinco encuentros celebrados hasta ahora.

Desde que el 28 de octubre, en el primer año de mandato del leonés en La Moncloa, se inaugurase la primera Conferencia de Presidentes, Herrera es el único dirigente que ha asistido a todas. Media docena de encuentros con el de hoy en el Senado acumulará en su currículum quien accedió a la presidencia de la Junta en marzo de 2001.

El burgalés ha asistido a los cinco encuentros que esta fórmula ha repetido hasta ahora, cuatro de ellos bajo la presidencia de Zapatero y el último con el popular Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo de la Nación. Ya en la última cita, el 2 de octubre de 2012, fue el único -junto con los entonces presidentes de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y Canarias, Paulino Rivero- que llegaba con la experiencia de haber vivido todos los encuentros. Y tras el vuelco dado por las urnas a la mayoría de los gobiernos autonómicos en mayo de 2015, Herrera es el único que se mantiene en el poder.

También con experiencia previa, aunque menos dilatada, arribará a Madrid su «vecino» y compañero de partido, con quien comparte amistad y reclamaciones en común, Alberto Núñez Feijóo. Son los únicos, además de Rajoy, que también se sentaron en la mesa del Salón de los Pasos Perdidos en la última cita, hace ya más de cuatro años. También los veteranos de las ciudades autónomas de Ceuta, Juan Jesús Vivas, y Melilla, Juan José Imbroda.

«Decepcionante»

Así que el más «experto» ya sabe el funcionamiento de una cita que ha dejado distintos sabores de boca en Herrera. Bastante disconforme con los cuatro primeros encuentros, especialmente con el último bajo mandato del PSOE. Con la crisis apretando y la recesión pisando los talones de una economía que se deterioraba a pasos agigantados, con las consiguientes repercusiones en la destrucción de empleo y efectos sociales, Zapatero citó por última vez a los presidentes autonómicos el 14 de diciembre de 2009. En vísperas de la Navidad, el jefe del Ejecutivo de la Nación provocó un hondo malestar en Herrera. «Ha sido una jornada tan larga como decepcionante», resumía el presidente de la Junta de Castilla y León las casi doce horas de encuentro en el Senado, que calificó como un «ejemplo de descoordinación» y «falta de preparación». La imposibilidad de llegar a un acuerdo en «lo mollar» del momento, la economía y el empleo supuso que para Herrera el balance fuese de «sonoro fracaso».

Inicio frustrado

No había comenzado muy bien la experiencia. Como una ocasión «fallida» para hablar de la España de las autonomías «en profundidad» tachó Herrera el encuentro inaugural de las conferencias de presidentes, el 28 de octubre de 2004. Echó entonces de menos la concreción de Zapatero, aunque dio un voto de «confianza» hacia la colaboración mediante una fórmula que consideró «positiva». Eso sí, un año después, el 10 de septiembre de 2005, tampoco salió satisfecho del segundo encuentro, por considerar «insuficiente desde el punto de vista técnico, económico y financiero» la propuesta del Gobierno central sobre financiación sanitaria, el tema central de la conferencia.

Con la satisfacción de arrancar para Salamanca el compromiso del Gobierno de colaborar con la Junta para la creación del Centro Nacional del Láser, vinculado a la Universidad de Salamanca, el presidente de la Junta también lamentó que «no se sabe si Zapatero convoca la cumbre para llegar a acuerdos o para abrir debates».

Algo más satisfecho salió del último encuentro, el primero con Rajoy, aunque también con exigencias que no se han logrado -por ejemplo, la reforma del modelo de financiación autonómica- y alzando la voz contra quienes señalaban con el dedo acusador a las comunidades como responsables de los desequilibrios presupuestarios y el desvío de los objetivos de déficit.