SOCIEDAD

Burgos, Ciudad Creativa de la Unesco por su fusión de cocina y ciencia evolutiva

El proyecto Motores Humanos merece el reconocimiento internacional

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un proyecto que fusiona cocina y ciencia evolutiva ha merecido que Burgos figure en el selecto club de Ciudades Creativas Gastronómicas. El reconocimiento se lo ha dado este viernes la Unesco, junto a Barcelona, y otras 47 ciudades de 33 países que asumen así el compromiso de «colaborar y desarrollar alianzas para promover la creatividad y las industrias culturales, compartir prácticas idóneas, reforzar la participación en la vida cultural e integrar la cultura en sus planes de desarrollo económico y social».

Burgos se ha convertido así en la sexta ciudad europea en formar parte de este selecto grupo culinario, que aboga por fortalecer la cooperación internacional entre quienes identifican la creatividad como un factor estratégico para lograr un desarrollo sostenible.

En el argumentario que presentó el Ayuntamiento de Burgos para lograr este reconocimiento se definía a la ciudad como un auténtico referente en los estudios de la evolución humana que pretende ahora fusionar ciencia evolutiva y cocina, informa Efe.

El proyecto, denominado «Motores Humanos», sitúa a la ciudad como el Laboratorio Mundial de la Evolución Gastronómica en una iniciativa elaborada por la Asociación Plan Estratégico y en la que están involucrados, entre otros, el Centro Nacional de la Evolución Humana, la Universidad de Burgos, los cocineros burgaleses y el Colegio de Médicos.

El reto prioritario es aportar solución a uno de los principales retos de la humanidad en este siglo como es la mejora de la salud y de la especie a través de la alimentación. Para ello, se pretende generar una conciencia local, nacional e internacional de aquello que es más saludable desde el punto de vista de la alimentación, es decir, lo que hace mejor o más efectivo al motor humano.

Los investigadores de los yacimientos de Atapuerca serán quienes establezcan la base científica con la puesta en marcha de los estudios de energética experimental, que permiten conocer el consumo calórico en reposo y en actividad. Diseñarán distintos motores humanos, dependiendo del perfil de las personas, su edad, su constitución física o la práctica deportiva que realizan.

De esta forma, se conocerá el aporte energético recomendable para su salud para que los cocineros, con la ayuda del departamento de tecnología de los alimentos y de nutrición de la universidad y los médicos, los que diseñen los platos que mejor se adaptan a uno u otro motor utilizando la materia prima de la zona.

Ver los comentarios