RedMadre, una firme apuesta por la vida

Con tan solo 22 años, la vida de María (nombre ficticio) cambió por completo. Estudiaba pero su vida se complicó de la noche a la mañana. Se quedó embarazada. Ni era el mejor momento ni tampoco sabía cómo afrontar la situación. Lejos de recibir todo el apoyo de sus amigos y familiares, ellos la presionaban para que «tomara la decisión adecuada», porque era «muy joven».

Y María se lo pensó. Pero solo durante unos minutos, el tiempo que estuvo en la sala de espera de una clínica abortista. Al llegar a casa, se acordó de una tarjeta que, días antes, había cogido del monedero de su abuela. En la tarjeta pudo leer: «Si estás embarazada y tienes dificultades podemos ayudarte.

RedMadre». Y María llamó. Un sencillo gesto que, como ella, ya han realizado más de 1.150 mujeres embarazadas en la provincia de Toledo desde el año 2009.

Al otro lado de la línea telefónica (disponible las 24 horas) está Ana, la persona encargada de atender las llamadas. «En RedMadre todo empieza con una llamada. Si es una urgencia, rápidamente les asignamos una voluntaria y, si necesita material, le citamos en el almacén para atender sus necesidades. Todo el proceso es anónimo», explica esta voluntaria.

RedMadre es una asociación que cuenta con varias sedes en Castilla-La Mancha. En la capital regional, las puertas de su oficina están abiertas en el número 5 de la calle Diputación, donde se ofrece apoyo, asesoramiento y ayuda a la mujer para superar cualquier conflicto surgido ante un embarazo imprevisto. Una labor con la que colaboran una red de profesionales: médicos, abogados, psicólogos.... Su rango de actuación abarca desde el momento en que se tiene conocimiento de la gestación hasta que el bebé cumple un año, aunque hay casos en los que siguen prestando su ayuda pasado ese tiempo.

El año pasado, desde su sede en Toledo, atendieron a 224 mujeres de la provincia, de las que el 88% estaban embarazadas y el otro 12% tenía ya bebés. El 65,6% de las chicas eran extranjeras y el resto, el 44,4%, españolas. «A las españolas les da vergüenza pedir y pedir por necesidad no es malo. Lo malo es robar o matar», apunta Rose Martín, responsable de relaciones públicas y administrativa en RedMadre Toledo.

El perfil de las mujeres encinta que demandan ayuda ha cambiado en los últimos años. Si antes eran jóvenes solteras «abandonadas por la pareja o por la familia» ahora son chicas con «dificultades económicas y con una edad que oscila desde los 25 hasta los 35 años», explica María Dolores de Mendoza, vicepresidenta de la asociación en Toledo.

En RedMadre prestan todo tipo de elementos, según las necesidades de cada mamá. Desde carritos para bebés, ropa, cunas, juguetes, productos de higiene.... Todo este material, donado por socios, voluntarios o recaudado mediante la celebración de festivales solidarios, es organizado por la docena de voluntarios que, como Migui, forman parte de esa «gran familia». «Destribuímos la ropa por edades y por sexo. Cuando ya no lo necesitan, les pedimos que nos lo devuelvan para que otras mamás lo puedan reutilizar», explica. El reparto se hace los jueves y los viernes, de 11.00 a 13.30 horas, siempre con cita previa.

¿Por qué colabora con RedMadre? «Es necesario que la madre con dificultades tenga una ayuda. Nosotros queremos que tengan su hijo y les damos todas las facilidades para ello; con que salvemos una vida, nuestro trabajo compensa», responde Migui.

El Banco de Alimentos de Toledo también colabora con esta causa. «Una vez al mes nos dan comida y, junto al dinero que recaudamos en las actuaciones solidarias, hacemos una cesta de Navidad aunque durante el resto del año también les damos productos frescos a las familias más necesitadas», afirma la vicepresidenta de la asociación en Toledo.

Dinero institucional

Las ayudas de las administraciones públicas a las embarazadas vulnerables son casi inexistentes en España, según Dolores de Mendoza. Afirma que las pocas medidas implementadas no están enfocadas a proteger a la mujer en situaciones especialmente difíciles y a ayudarle a ejercer su maternidad. «En RedMadre tratamos de cubrir ese espacio de marginalidad que no cubre la Administración. Por ejemplo, la ley de dependencia da ayudas a los mayores incapacitados. Si comparamos esos casos con un bebé, éste también es un incapacitado que necesita ayuda externa para salir adelante hasta que pueda valerse por sí solo. Si encima le añadimos pañales y botes de leche con un 21% de IVA, ¡imagínese el gasto!», se queja la representante de RedMadre.

Una situación que tampoco mejora en el panorama laboral. «La maternidad es un derecho como cualquier otro y la sociedad tiene que protegerlo. Se deben de dar facilidades para compaginar la vida personal y la laboral, y no despedir a la mujer por el mero hecho de quedarse embarazada», lamenta Dolores de Mendoza.

La formación es otra de las labores que desarrollan en RedMadre. Imparten charlas en colegios e institutos destinadas a los alumnos de los últimos cursos de ESO y bachillerato. «Tienen que entender que lo importante es ayudar a la madre para que siga adelante con el embarazo. Si no se siente apoyada, terminará abortando; y esta salida no es buena ni para el hijo ni para ella porque genera sufrimiento», sentencia la vicepresidenta de la asociación en Toledo.