Luis Serrano López, a la derecha, antes de comenzar a declarar en la Audiencia de Toledo
Luis Serrano López, a la derecha, antes de comenzar a declarar en la Audiencia de Toledo - Ana Pérez Herrera
Tribunales

«No golpeé a nadie; ojalá me hubieran dado una paliza y evitar todo esto»

El fiscal pide dos años de cárcel para un profesor acusado de romper un diente a un menor en un partido de fútbol en 2011

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Luis Serrano López rompió este miércoles a llorar en su último turno de palabra, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Toledo donde el Ministerio Público pidió dos años de prisión para este profesor de Secundaria por un delito de lesiones. El fiscal le acusa de haber arrancado un diente a un menor de 14 años tras propinarle un puñetazo al término de un partido de fútbol entre cadetes el 6 de diciembre de 2011.

«La única víctima he sido yo. Cuando me agarraron [el padre del menor y otro hombre], me quedé quieto, no quería conflictos. Ojalá me hubieran dado una paliza, porque habría sido mejor que pasar cinco años así», afirmó Luis Serrano antes de sollozar mientras ejercía su derecho a la última palabra.

Minutos antes de comenzar el juicio, había declinado llegar a una conformidad, como le ofreció la abogada de la víctima si se declaraba culpable, ya que el profesor persiste en su inocencia. De hecho, su abogado solicitó al tribunal la libre absolución, porque mantiene que el docente no sacudió al menor en el encuentro que los cadetes de la Escuela Municipal de Torrijos ganaron por 0-1 a los del CD Toledo. «Cuando terminó el partido, hubo una tangana entre los jugadores. Yo salté porque tenía conocidos en ambos equipos (...), salía a mediar», aseguró el procesado, que tenía un hijo en el equipo torrijeño.

La defensa pide la libre absolución, mientras que la acusación particular eleva su pena a tres años de cárcel

Francisco González Gómez, abogado y padre del futbolista que luego perdió el colmillo izquierdo inferior, saltó igualmente al campo para retener a Luis Serrano. Y Ángel Alonso, padre de otro jugador del Toledo, también invadió el terreno de juego «para impedir que este señor (por el encartado) avanzara», según dijo Francisco González.

Con los tres forcejeando, se acercó a ellos corriendo Alejandro González de Ancos, de 14 años, que jugaba en el equipo de la capital regional. Al llegar el chaval por detrás a la altura de su padre, recibió un puñetazo y cayó redondo al suelo. «Me lo dio este señor con su puño izquierdo en la parte inferior izquierda de mi mandíbula», aseveró la víctima, ahora con 19 años de edad, mientras señalaba al acusado. «Yo no vi el instante del puñetazo, pero sí volar a mi hijo», admitió su progenitor ante el tribunal.

Alberto García, que se encontraba a varios metros de distancia de la escena, atestiguó que vio «a este señor [el acusado] dar un puñetazo al jugador». En este punto, el presidente del tribunal, Manuel Gutiérrez, le hizo una pregunta y le pidió que no fabulara. «¿En qué dirección sale ese puño?». El testigo no consiguió aclararlo.

Uno de los encargados del torneo, Sérvulo Muñoz Muñoz, describió que «había mucha crispación entre los padres» a medida que avanzaba el partido. Sí observó al acusado saltar al campo, pero no fue testigo del presunto puñetazo de Luis Serrano a Alejandro González.

Imagen de archivo del día de los graves incidentes
Imagen de archivo del día de los graves incidentes - Luna Revenga

Sin embargo, el fiscal mantuvo su acusación de un delito de lesiones y descartó la posibilidad de una imprudencia grave por parte de Luis Serrano, a quien reclama 2.100 euros para un tratamiento deontológico de la víctima. «No cabe duda del carácter doloso, no es un golpe accidental», recalcó el representante del Ministerio Público, quien descartó totalmente aplicar la presunción de inocencia al inculpado tras la prueba testifical.

Por su parte, la acusación particular solicitó tres años de cárcel para Luis Serrano -«ciertamente, una petición desproporcionada», opinó el fiscal-, además de una indemnización de 4.475 euros. «La deformidad existe y permanece», justificó la abogada de Alejandro González, quien aún no ha reemplazado el diente arrancado.

Juicio rápido suspendido

La defensa, en cambio, sostuvo que el colmillo pudo romperse en otro momento o lo pudieron arrancar otras personas. «Es materialmente imposible que Luis Serrano lo hiciera», remarcó su letrado, quien ya pidió su absolución en un juicio rápido que fue suspendido al cambiar la acusación particular su calificación de los hechos.

El abogado del encartado aludió también este miércoles a que ni en el informe forense ni en el que redacta el servicio de urgencias del hospital Virgen de la Salud de Toledo tras atender al futbolista hay referencias a otras lesiones o hematomas que el puñetazo debería haber producido. Tampoco la Policía Nacional hace mención en sus diligencias a erosiones en la mano izquierda del acusado, quien permaneció detenido veinte horas.

Luis Serrano cerró la sesión acusando a Francisco González de organizar un paripé en connivencia con su hijo, algo que el padre niega. Al tribunal le toca ahora poner a cada uno en su sitio.

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