Mario Gerardo Piattini
Mario Gerardo Piattini - UCLM

«Me alegré mucho del ciberataque mundial porque la gente no está concienciada»

Mario Gerardo Piattini Velthius, Premio Nacional de Informática 2016, es catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha y uno de los mejores investigadores del mundo en ingeniería de sistemas

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Mario Gerardo Piattini Velthius (Buenos Aires, Argentina, 1966) acaba de sumar a su admirable curriculum vitae el Premio Nacional de Informática 2016 en la categoría Aritmel. Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) desde 1997, actualmente es catedrático del Área de Lenguajes y Sistemas Informáticos. El galardón reconoce su carrera investigadora y sus aportaciones científicas en el área de la Ingeniería Informática.

—¿Por qué se decantó por la informática?

—En realidad, como le pasa a muchos estudiantes cuando acaban el bachillerato, no tenía tan claro a qué me quería dedicar… Pero mi padre fue pionero en este campo y me enseñó la gran capacidad de transformación que tenía (y aún más actualmente) la informática, así que me decidí a emprender esta carrera.

Además, el hecho de que Informática tuviera (y ahora más que nunca) un pleno empleo también me facilitó la elección.

—Doctor en Informática y licenciado en Psicología, ¿hay relación entre ellas?

—Existen múltiples relaciones en diversos campos, como en la Inteligencia Artificial o la Interfaz Persona-Ordenador… En mi caso me intereso más por los procesos de gestión, colaboración y coordinación que se deben dar entre diferentes personas cuando se construye un sistema informático. No hay que olvidar que los sistemas informáticos los construyen personas para que los utilicen (en su mayoría, de momento) otras personas; así que los temas psicológicos son muy importantes.

—Usted está considerado uno de los mejores investigadores del mundo en ingeniería de sistemas, ¿cómo se gestiona esa responsabilidad?

—De varias maneras. Por un lado, los investigadores e ingenieros en informática tenemos la responsabilidad de ayudar a los responsables políticos y a los ciudadanos a entender un fenómeno que evoluciona tan rápidamente, ya que muchas veces se corre el riesgo de que no sea asimilado por su entorno. De hecho, la informática ha cambiado nuestra forma de vida y ha posibilitado una nueva manera de interactuar con nuestros semejantes.

Por otro lado, no hay que olvidarse de que la disponibilidad de software puede convertirse en uno de los peores abismos de diferenciación y marginación que puede sufrir la Humanidad. Por eso es importante cooperar con universidades de otros países y ayudarles tanto en la formación de sus estudiantes y doctorandos, como a potenciar su investigación.

Ante los alumnos también tenemos la responsabilidad de que se den cuenta de que aunque al ingeniero informático se le reta a proporcionar soluciones a los problemas dentro de un cierto coste y tiempo, esto se debe hacer sin poner en riesgo la seguridad de los usuarios de su tecnología.

La gente no está suficientemente concienciada de que todos los aparatos que manejamos dependen de los sistemas informáticos

—¿Se siente realizado como investigador en la UCLM? ¿Echa en falta alguna carencia?

—Estoy convencido de que venir a la UCLM ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Actualmente, lo que echo en falta es que los políticos de la región apuesten de forma más decisiva por la investigación, garantizando una continuidad de la financiación, que es fundamental para poder mantener proyectos y, sobre todo, equipos humanos.

—Con su curriculum vitae, ¿le han insinuado alguna vez dejar la UCLM para irse a otra universidad?

—Sí, muchas veces; las dos últimas, el año pasado (a una extranjera y a otra de Madrid), pero la verdad es que en la UCLM estoy muy satisfecho y cuento con un grupo magnífico no sólo de grandes profesionales, sino (y esto es lo más importante) de excelentes personas. Además los castellano-manchegos me han acogido estupendamente y me siento muy a gusto en esta tierra.

—Ha investigado la calidad del software y la seguridad de los sistemas de información. Dígame en pocas palabras, y con un lenguaje sencillo, qué falló en el ciberataque mundial del 12 de mayo.

—Como siempre en los aspectos de seguridad, las personas son el eslabón más débil. Si no se tiene actualizado continuamente y casi en tiempo real todo el software (incluido los antivirus, etc.) que usamos, es más fácil que se produzcan este tipo de ataques.

Venir a la UCLM ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Echo en falta que los políticos de la región apuesten de forma más decisiva por la investigación

—¿Qué miedos pasaron por su cabeza?

—Miedo, ninguno, porque en España contamos con los mejores investigadores y profesionales de la seguridad informática, y de hecho han sido capaces de controlar la situación muy rápidamente. Yo, aunque le pueda parecer mentira, me he alegrado mucho de la repercusión que ha tenido este tema. Porque la gente no está suficientemente concienciada de que todos los aparatos que manejamos, medios de transportes, sistemas de telecomunicaciones, equipos médicos, sistemas de administración pública, incluso cualquier industria relacionada con el ocio y el entretenimiento, dependen de manera crítica de los sistemas informáticos. En definitiva, «nuestra civilización depende de la informática», y cada vez más. La gente se preocupa mucho, por ejemplo, si un piloto de un avión o un controlador aéreo realizan bien su labor, y no se da cuenta de que ambos dependen totalmente de la calidad de los datos y de la calidad del software que utilizan para realizar sus tareas…. Y, sin embargo, nadie se preocupa de asegurarse de que los datos y el software hayan sido gestionados y construidos por un ingeniero informático suficientemente bien preparado.

—¿Cómo es posible que un investigador de 22 años y con 10 dólares fuera capaz de frenarlo?

—Esa es la ventaja de la informática, que deja mucho espacio a la creatividad y que no requiere, en muchos casos, grandes medios para conseguir cosas importantes.

—¿Le dio envidia?

—Yo, que ya superé los 50 años y no tuve (porque no había) mi primer ordenador personal hasta que estuve en la universidad, sí envidio a la generación de nativos digitales. De hecho, intento siempre incorporar gente nueva a nuestro grupo de investigación, porque debemos ser conscientes de que en este campo, que evoluciona tan vertiginosamente, la veteranía no es siempre una garantía,. Tenemos que reciclarnos continuamente para poder estar al día de los avances tan rápidos que se producen.

—Haga una predicción. Dentro de 50 años, ¿qué veremos que ahora parece ciencia ficción?

—Nuestro campo se caracteriza porque la realidad ha superado con creces las predicciones. Algunas predicciones han sido: «Pienso que hay mercado en el mundo como para unos cinco ordenadores», por Thomas J. Watson, presidente de IBM, en 1948; «Los Macintosh usan un dispositivo apuntador llamado “ratón”. No hay razón alguna para que la gente quiera usar esas cosas», por John C. Dvorak en 1984; «El problema de los virus es pasajero. En un par de años estará resuelto», por John McAfee en 1988, o «En dos años el problema del spam se habrá resuelto», por Bill Gates en 2004.

A pesar de esto, lo que sí me atrevo a predecir es que la velocidad de los cambios que la informática ha producido en nuestra sociedad va a crecer exponencialmente en los próximos 50 años (incluso en los próximos 20). Más cerca aún, en los próximos 5 años, las tecnologías SMACT (redes sociales, móviles, big data y analítica, computación en la nube, e Internet de las Cosas) habrán cambiado significativamente nuestra relación con el entorno e incluso con las personas. En cualquier caso, como sabemos, la mejor manera de predecir el futuro es implementándolo, así que esperamos desde nuestro grupo Alarcos de la UCLM poder seguir contribuyendo a un futuro que aporte una mayor calidad de vida utilizando los sistemas informáticos.

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