Cospedal: «Page no acepta mi oferta porque vive en la radicalidad y contradicción»

En un acto organizado por Nuevas Generaciones de Toledo, la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha reiterado este domingo su oferta de colaboración al PSOE después de que Podemos haya dado por roto el acuerdo de investidura, aunque cree que se ha rechazado porque el presidente autonómico, Emiliano García-Page, «vive en la radicalidad y en la contradicción permanente».

La también presidenta del PP de Castilla-La Mancha afirmó que la ruptura del pacto de investidura, que Podemos anunció el lunes, era un hecho que «muchos se esperaban que podía ocurrir». Defendió que, si bien el PP fue el partido más votado en las últimas elecciones autonómicas, su partido hizo su ofrecimiento de colaboración al PSOE porque «significa que solo trabaja por la sociedad de Castilla-La Mancha».

«Ofrecimos al gobierno socialista de Page que, puesto que su socio de gobierno Podemos anunciaba que lo iba a dejar tirado, aquí estaba el PP para ayudarle a trabajar por los castellano-manchegos y por tomar decisiones importantes y necesarias para los ciudadanos de Castilla-La Mancha», expuso Cospedal. Así, recalcó que dicha oferta demuestra que el PP no «está en el interés partidista, personal o afán exclusivo de ocupar un sillón, como los que están hoy en el gobierno de Castilla-La Mancha».

En cambio, lamentó que la contestación fue «el insulto y la descalificación», una actitud que se debe, a su modo de ver, en que «cuando uno vive en la radicalidad y en la contradicción permanente, el ofrecimiento generoso de la política no lo entiende y eso es lo que le ha pasado a Page».

A pesar de ello y de las «contradicciones constantes del PSOE y de Podemos», la presidenta del PPregional volvió a reiterar su ofrecimiento de colaboración en «todo lo que sea bueno para la tierra y para los ciudadanos». «Es un ofrecimiento muy generoso y lo mínimo que se merece el PP es que se le respete por el ofrecimiento y no que se le conteste con el insulto», exigió Cospedal.