Un Rey bajo el peso de la historia

Don Felipe eligió el Salón del Trono del Palacio Real para transmitir un Mensaje de Navidad que parecía más un Mensaje Extraordinario a la Nación

El Rey transmite su Mensaje de Navidad en el imponente Salón del Trono del Palacio Real EFE

ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS

El imponente Salón del Trono del Palacio Real, todo un símbolo de la historia de España, de lo que fuimos y de lo que somos, ha sido el lugar escogido por el Rey para transmitir su Mensaje de Navidad en unos momentos especialmente difíciles, tras las elecciones del 20-D y el incesante desafío separatista.

Desde este salón, testigo de los momentos más brillantes y también más tristes de nuestra historia, Don Felipe dirigió un mensaje que tenía poco de navideño en el fondo y nada en la forma. Parecía más un mensaje extraordinario a la Nación . Esta vez no le acompañó el tradicional belén ni tampoco las acostumbradas fotos familiares. El Rey sólo compareció junto a la bandera de España, y así transmitió su mensaje: «Voluntad de entendimiento, voluntad de entendimiento y voluntad de entendimiento».

Allí sentado, en la inmensidad de ese Salón que empequeñecía incluso sus dos metros de altura, Don Felipe llamó a conocer la historia de nuestro país para no volver a cometer los errores del pasado.

En el salón no había más símbolo navideño que una flor de pascua a los pies de la bandera, pero justo antes de que empezara su discurso -de doce minutos de duración-, mientras sonaba el Himno Nacional, las cámaras de televisión mostraron el Belén Napolitano que se exhibe en el próximo Salón de Alabarderos y el árbol de Navidad del Salón de Columnas. Y al final, cuando volvió a sonar el Himno, se mostraron dos imágenes familiares tomadas en Marivent y La Zarzuela, y otras dos de los Reyes. Pero mientras el Rey hablaba nada había que distrajera la atención, más allá del peso de la historia.

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