La «spiaggia» de Las Canteras

Cuento una cosa de esas que genera rencor entre los jóvenes canarios para que luego hablen de fenómenos populistas en las islas en 2019. Hay jóvenes isleños que han logrado no emigrar cobrando 2,5 euros por hora en hostelería ilegal. Maffiotte Arocha (1816-1870) dijo de Las Canteras: «Su arenisca tiende a endurecerse». Las Canteras antes de destino turístico fue una mina y de ahí salió las primeras rocas para la antigua Catedral de Santa Ana.

Ahora, Las Canteras, es otro tipo de mina porque en su hostelería hay mucho caradura. Los jóvenes cobran 2,5 euros a la hora. Gracias a este «dumping» laboral, en la Playa de Las Canteras, en Gran Canaria, hay cientos de locales dirigidos por escandalosos ciudadanos que vienen huyendo de la presión fiscal mediterráea. Gente que detesta el turismo canario, que se encuentra entre nosotros huyendo, presuntamente, de deudas en sus lugares de origen hasta que prescriban en 2023. Política de arena quemada que provoca malestar vecinal por ruidos. Cristina Valido debería echarse un baño de realidad laboral. Quizás se encuentre a funcionarios tomando copas servidas por los nuevos mineros a los que reclamará en 2019 el apoyo para «la fuerza de Canarias». Los únicos que cumplen con la norma son las empresas de nuestro país porque, los que no tienen arraigo, si alguna vez son denunciados, traspasan su local y se convierten en empleados en lugar de dueños. Emprender a la inversa es posible en Canarias .