La osadía de llegar a Gran Canaria y querer usar el transporte público

Gran Canaria es una de las islas que tienen una excelente infraestructura para el transporte de viajeros. La importancia de recibir 3,3 millones de turistas al año que buena parte de ellos vienen a través de operadores turísticos, deja escaso margen a los operadores locales para disponer de cierto margen de rentabilidad. Los usuarios de transporte público como las guaguas de Global están secuestrados por las presiones de diversa índole.

Por la ausencia de una política de transportes seria, los grancanarios y los visitantes que vienen se encuentran con un protectorado donde mandan taxistas. Las autoridades del Cabildo de Gran Canaria que gestionan esta área (PSOE) no aplican soluciones eficientes para evitar enfrentarse a sus terminales políticas locales de Telde e Ingenio, donde gobiernan los socialistas.

Entre otras recetas para forzar el uso de taxis, la línea 30 de Global que une Maspalomas con Las Palmas capital ya no hace parada en el Aeropuerto. En sentido contrario, tampoco. Para ello, solamente hay una línea centralizada, la 60. Un asunto ajeno a Aena que ha hecho esfuerzos e invertido en acondicionar lo que las autoridades de la isla le han pedido que haga. Hay que caminar unos 15 minutos.

Los problemas que tienen los grancanarios y sus visitantes proceden, oficialmente, del intrusismo en el sector del taxi. Pero en realidad es el caldo de cultivo electoral lo que subyace. Para que los taxistan controlen mejor el mercado, en la época del PP en el Cabildo de Gran Canaria se creó una zona alejada y de reducida protección de lluvia al ser una zona ventosa. Es un aeropuerto. El PSOE, débil, matiene la inercia.

Lo anterior viene porque hay una guerra fría entre los taxistas de Ingenio y Telde. Creen que el aeropuerto les pertenece, frente a los del resto de la isla. Desde Las Palmas capital, 32 licencias de taxis controlan el 80% del negocio de recoger pasajeros en el Aeropuerto de Gran Canaria empleando un sistema telemático que ningún sector dice desear.

Un total de 1.022 unidades están autorizadas a operar de los 2.600 taxis que hay en la isla. 21 propietarios de licencias se hacen con 26.498 trayectos y un negocio cercano a los 758.000 euros en 2015 y 1,2 millones de euros en 2016, según cifras oficiales.

El área de Transportes del Cabildo de Gran Canaria lo controla el PSOE de la mano de Francisco Trujillo. Este dirigente socialista lleva meses preparando su asalto a la secretaría general del PSOE grancanario y lidera el bloque analógico del PSOE de la isla. El respaldo de los militantes del PSOE en Telde e Ingenio es clave en ese proceso personal.

Tal es así, que el mayor centro de intercambio de pasajeros de la isla, la Estación de San Telmo, carece de pantallas de información en tiempo real donde los turistas pierden sus servicios preguntando a otros usuarios cómo encontrar su línea de transporte. El gerente de la Autoridad Única del Transporte en Gran Canaria procede del negocio de la consultoría de tecnologías de la información. Pero manda el papel sobre el soporte digital.

En el Aeropuerto, hay hasta patrullas vigilando la recogida de turistas o ciudadanos. La Policía Local de Telde, por ejemplo, recauda en el Aeropuerto de Gran Canaria por multas de mal estacionamiento.

Esta semana, el comité de empresa de Global , con una mayoría conformada por UGT, CCOO e Intersindical Canaria, ha presentado un preaviso de huelga para los próximos días 24 y 31 de diciembre "si la empresa no accede a negociar la actualización de las tablas salariales pendientes desde 2009".

Global es una empresa que opera en Gran Canaria en régimen de monopolio. Son 730 trabajadores los llamados a la huelga que han denunciado que la empresa y el Cabildo de Gran Canaria han firmado el contrato programa por el que la compañía recibe unos 64 millones de euros, diez más que en el contrato anterior.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, mantiene una agenda para fomentar el transporte de forma eficiente y ultima medidas que aporten lucidez al problema que tiene la isla con los lobbies del transporte.

Según los sindicatos, en el convenio anterior se establecía que las cantidades comenzarían a abonarse a partir de 2015, a lo que se suma una cláusula que garantiza que "en enero de 2015 se actualizarían las nóminas a las tablas salariales de 2011", si bien aseguran que "nada de esto se ha cumplido".